Ronda vivió este domingo una de las citas que cada año sirve de pistoletazo de salida al ciclo de glorias que comienza tras el ocaso de la Semana Santa: la salida en romería de la Virgen de la Cabeza. A las nueve de la mañana, la imagen partía desde la iglesia de la Merced en su tradicional carreta tirada por los bueyes de los hermanos Cubiles, rumbo a su ermita.
Como cada año, el recorrido estuvo marcado por el fervor popular y el acompañamiento musical del coro de la Virgen de la Cabeza, cuyos cánticos pusieron banda sonora al avance de la carreta por las calles rondeñas.
Uno de los momentos más emotivos se vivió al paso por el convento de las Hermanas Franciscanas, en el barrio de San Francisco. Allí, la emoción se palpaba entre los fieles, al recordar que fue ese enclave el que acogió temporalmente a la Virgen mientras se llevaban a cabo las obras de reconstrucción del patio de la ermita, tras su desprendimiento en el año 2022.
Otro tramo del recorrido que tuvo un gran simbolismo fue la llegada a la pila de Doña Gaspara, donde los bueyes se detuvieron y fueron los propios fieles y devotos quienes tomaron el relevo bajo el canto del himno de Andalucía y llevaron a la Virgen a varales hasta su destino final, la ermita.
A las 12:00 se celebró la misa en la ermita, un punto único desde donde se vislumbra toda Ronda. Durante todo el recorrido, la Virgen estuvo acompañada por el coro de la Hermandad de la Cabeza y numerosos hermanos de otras hermandades.




