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Menos pantallas, más lectura y tiempo de calidad en familia

Juan Francisco Almagro, Rocío Suarez y Pablo Herrera en el programa Foro Público de Canal Charry TV. // CharryTV

Estas son las recomendaciones de los profesores para los más pequeños en los periodos vacacionales

Paloma González

¿Qué hacemos con los pequeños durante el verano? ¿Les ponemos deberes, repasamos lo aprendido durante el curso o les dejamos que se diviertan y se olviden de las tareas? Son algunas de las preguntas que se hacen muchos padres y madres en estas fechas.

Los profesores lo tienen claro: menos pantallas, más lectura y, sobre todo, tiempo de calidad en familia. Empecemos por los dispositivos como la televisión, la tableta o el móvil:

“Los primeros que tenemos que aprender a hacer un buen uso somos los mayores. No podemos pretender que el niño deje a un lado el móvil si nosotros estamos todo el día enganchados”, señala Pablo Herrera, profesor y director del Colegio Sagrado Corazón.

“Hay que tener también mucho cuidado con el contenido. Es muy fácil acceder desde internet a vídeos, páginas y redes sociales con imágenes que no son adecuadas para su edad. Esto puede generar malos comportamientos, situaciones de acoso e incluso problemas personales de salud mental”, añade el director y profesor del CEIP Juan Carrillo, Juan Francisco Almagro.

Rocío Suárez da clases de música en el municipio de Igualeja y da la razón a sus compañeros. De igual forma, señala que una forma de utilizar los dispositivos en casa sería como aprendizaje de técnicas de ofimática: "Hasta los más pequeños saben entrar en Youtube, pero los mayores nunca han escrito un correo electrónico”.

Precisamente, la profesora rondeña es una gran defensora de la lectura: “Lo mejor que pueden hacer estando de vacaciones es leer; mucho y muy variado. Que elijan lo que a ellos les guste de la temática que quieran. Prefiero que lean 15 revistas especializadas de deportes o de videojuegos a que empiecen un libro por obligación y no lo terminen porque no lo están disfrutando. Es contraproducente”.

En este sentido, Almagro recuerda que lo recomendado son 30 minutos de lectura y anima a los padres a que se sumen a los hijos y hagan este ejercicio de manera conjunta. De igual forma, señala la necesidad que tienen muchos menores de pasar más tiempos con sus padres y madres:

“Eso es algo que detectamos desde el comienzo del curso. Vivimos en una sociedad muy acelerada y ocupada. Entendemos que los padres pasan muchas horas fuera de casa trabajando y que llegan cansados a casa. Pero los niños necesitan jugar con ellos, reírse y hablar con ellos. Van a ser más fáciles y les va a ayudar a estar más centrados y enfocados en clase”.

Es por ello que Herrera aconseja involucrar a los menores en las tareas del hogar: “Hay cosas muy sencillas que ellos pueden hacer. Por ejemplo, realizar la lista y hacer la compra juntos. Al apuntar los productos, están practicando la escritura. En el mercado aprenden los nombres de los alimentos y se crea ese momento de conexión y de pasar tiempo de calidad en familia”.

Los “deberes” han desaparecido porque también ha cambiado la metodología. No obstante, estos profesores también recomiendan que se hable con los tutores antes de las vacaciones (ya sea en verano, en Navidad o en Semana Santa) para recibir unas pautas si el menor cuenta con unas necesidades de aprendizaje especiales.