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El rondeño Francisco Arroyo, finisher en el maratón de Nueva York

Arroyo ha sido uno de los alrededor de mil españoles que han participado en esta prestigiosa prueba // CharryTV

Completó el recorrido en 03:39:11 horas en una prueba que batió el récord mundial de corredores con 52.808

Manolo Guerrero

Francisco Arroyo, rondeño afincado en Burdeos desde hace 13 años, ha sido uno de los finishers del prestigioso maratón de Nueva York, que este año ha batido el récord histórico de participantes en esta modalidad con 52.808 corredores, entre ellos alrededor de un millar de españoles. 

El etíope Lelisa Desisa (02:05:59 horas) y la keniata Mary Keitany (02:22:48 horas) fueron los vencedores de la edición celebrada el pasado domingo. Arroyo, por su parte, alcanzó la línea de meta de Central Park con un tiempo de 03:39:11 horas. 

“Hace un par de años dejé el fútbol por una pubalgia y me dio por correr”, explica el rondeño, que durante su etapa universitaria en Granada militó en equipos de Tercera División como el Loja CD o la UD Maracena y que, tras cambiar de residencia, continuó su actividad futbolística en Francia hasta que empezó a participar en carreras de 10 o 15 kilómetros "con los amigos del fútbol y el trabajo". 

Su evolución continuó al inscribirse en varias medias maratones y hace alrededor de un año tomó la salida en su primera prueba de 42 kilómetros y 195 metros. Fue en Burdeos y la culminó en poco menos de cuatro horas. "Ahí nos pusimos como objetivo la maratón de Nueva York y, aunque no es fácil participar y hay lista de espera, nos dieron el dorsal", indica. 

El corredor rondeño comenzó a preparar esta cita a inicios de este año, con el objetivo de acabar en tres horas y media. Y ha estado cerca, "pero es complicado porque la prueba tiene muchos puentes y subidas y es un rompepiernas". Lo más duro, según ha afirmado, "los últimos siete kilómetros, por un falso llano en la Quinta Avenida y varias subidas y bajadas en el tramo final, en Central Park".  

Francisco Arroyo se encuentra ya de vuelta en Francia, un país al que llegó con el objetivo de conocer otra cultura durante unos meses y continuar formándose tras acabar sus estudios de Odontología en la Universidad de Granada. Posteriormente realizó un máster en París y, en la actualidad, tiene su propia clínica dental en Burdeos, GAD Cabinet Dentaire.

"Cuando comenzó en España la crisis de 2007 decidí quedarme aquí. Mi esposa es francesa, tengo una niña de un año y medio y otro niño que viene de camino. He echado raíces y ya me costaría volver, aunque siempre me sentiré rondeño y español", ha concluido.