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Branquias Johnson: "Soy un gordo que toca rock and roll de mierda"

Charlamos con él en su local de ensayo, un lugar cercano al pantano que le vio nacer // Juan Velasco

Así se define este artista que no suele dejar a nadie indiferente y que defiende, por encima de todo, la libertad de expresión artística

Paloma González 

La persona que hay detrás de Branquias Johnson es un rondeño más; un ciudadano honrado, humilde que se levanta todos los días para acudir a su trabajo y cuidar de su familia. El personaje, sin embargo, es polémico, excéntrico, rebelde, un alma libre sin complejos que reivindica la libertad de expresión a la hora de hacer música o componer cualquier pieza artística.

“El conservatorio está muy bien, pero no todo en la vida es la escala de música o el solfeo. El lenguaje musical es muy importante, pero no lo es todo. Hay muchos estilos de música y hay que fomentar la creatividad”, nos cuenta en un rincón secreto. Es consciente de que su manera de comunicar a través de la música no es aceptada por el público en general, pero tampoco le preocupa: “No, no me importa. Tampoco suelo tocar en sitios excesivamente grandes, de manera que cabemos todos”.

No obstante, Branquias Johnson lleva más de siete años en el mundo de la música, ha tocado en muchos rincones del país, ha participado en varios festivales e incluso ha pisado el estudio de Radio 3. “Yo siempre he estado ligado a la música. He salido con agrupaciones de carnaval en Ronda, las cuales han sido una gran escuela, y en bandas de otros estilos. Pero si es cierto que he tenido más inquietud de hacer proyectos más personales cuando comencé a hacerme más mayor”.

Guarda muy buenos recuerdos de su primera banda, ‘Los Pringonautas’, y del pub Kiss de Algeciras, donde se empujaban y sudaban: “Lo dices ahora y parece una barbaridad, pero era tan pequeño, que la saliva le salpicaba a todo el mundo. Y volveremos a la saliva”, sentencia con más fe que seguridad.

Sus referentes, dice, son muchos y ninguno ya que mezcla muchos estilos, aunque sí que siente más afinidad con la banda malagueña The Oddballs, con The Cramps y con Hombre Lobo Internacional . Además, tiene clarísimo que en su repertorio nunca incluirá una versión:

“A día de hoy no sé tocar ninguna. Será porque soy tremendamente mal músico, pero cada vez que he empezado, me ha resultado tan tedioso imitar a alguien que decidí romper cuerdas y hacer mi propia música. Ojo, que hay muchas bandas y artistas que han hecho muchas y muy buenas”.

Esta noche va a actuar en Ronda, en el pub Long Play a partir de las 23.00 horas. Algo inusual, ya que parece no ser profeta en su tierra por varios motivos:

“Mi madre se enteró hace dos días que hacía música. “Entiendo que la gente decente de Ronda esté completamente al margen de estas porquerías que hago. Además, los artistas rondeños, yo el primero, nos vamos fuera a tocar. Y, por otro lado, están las instituciones, que tampoco nos ayudan. Los músicos más jóvenes necesitan locales de ensayo y material para poder practicar. digo yo, que se les podría echar una mano”.

‘Electric Finger’ fue su primer disco. Lo tituló así, explica, porque una vez se rompió un dedo y, desde entonces, todo lo que toca con esa falange le da calambre. ‘Ni plata ni plomo’ será el segundo que lanzará próximamente. “Aún no os puedo contar mucho de él, pero os va a sorprender”.