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El Silencio volvió a imperar el Miércoles Santo por las calles de Ronda

La cruz del Santísimo Cristo de la Sangre ha sido uno de los estrenos junto a la bandera // María José García

El recogimiento y la devoción impregnaron la salida de los titulares de una hermandad, a pesar de los problemas con la nueva cruz

María José García

La Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Mayor Dolor envolvieron a la ciudad en un manto de silencio, solemnidad y devoción en la noche del Miércoles Santo, aunque podríamos decir que su salida procesional se realizó durante el Jueves Santo ya que fue pasada la media noche cuando se escucharon los tres golpes en la puerta del Obispo de la Iglesia de Santa María La Mayor. 

Rompiendo con su tradicional puntualidad, a las 23.00 horas uno de los hermanos daba aviso de un retraso debido a "problemas logísticos". No fue hasta las 23.30 que supimos que el percance tenía relación con las dimensiones de la nueva cruz del Cristo, el principal estreno de la hermandad, la cual tuvo quer ser recortada dentro del templo al ser más alta que la interior, lo que impedía la salida del trono. 

Con la autorización de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, la hermandad pudo solucionar el problema y realizar su estación de penitencia acompañada de muchos devotos y fieles que esperaron en la plaza del Silencio a que se descolgara el telón con el escudo de la hermandad instalado en el Pasaje Sacristán Vicente Becerra. 

Precisamente Diego Cañestro, Hermano Mayor, se mostró muy tajante días antes al afirmar que estos que corren no son los mejores tiempos para que una hermandad goce de buena salud. Aunque pone el foco, en este caso, en el papel de los más jóvenes para impulsar las hermandades desde dentro.

“La juventud es muy importante, estamos muy necesitados de que la gente más joven esté ahí, se dé cuenta de la gran labor que hace una hermandad, no solo el día de autos, de salir con los titulares por la calle, sino lo que hace durante el resto del año. Es importante darle calor, abrirles la puerta a los jóvenes, depositar confianza en ellos y apuesto por que la juventud se involucre un poco más en esto”, asevera el Hermano Mayor.

Este año se cumplen 75 años desde que se refundó la hermandad, por lo que es una efeméride señalada en el calendario para la Hermandad del Silencio. Cañestro explica que tanto el capataz como él mismo han debido volver a ilusionar a los hermanos horquilleros para conseguir sacar el trono, como se ha hecho siempre, con el personal suficiente. Así, respeta que otras hermandades hayan optado por parihuelas más pequeñas o andas: “Que cada hermandad decida cómo puede hacerlo”.