Cientos han sido los rondeños y visitantes que se han acercado a los alrededores de la plaza de toros y de la Real Maestranza de Caballería para poder presenciar a Su Majestad, Felipe VI, en su primera visita a la ciudad del Tajo.
A primera hora de la mañana, los cuerpos de seguridad ya ultimaban los preparativos para recibir a un público que no ha defraudado. La calle Virgen de la Paz y la entrada a la institución maestrante se encontraban rodeadas de vallas, que acogían a los cientos de personas que esperaban con impaciencia al Rey.
Sobre las doce menos diez de la mañana, el coche en el que viajaba Su Majestad, desde el Cuartel de la Legión, comenzaba a enfilar la calle Virgen de la Paz. Poco después, Felipe VI pisaba suelo rondeño por primera vez, aclamado por los ciudadanos.
Con ovaciones y gritos de “Viva el Rey”, Su Majestad se ha tomado su tiempo para poder saludar y tener unas palabras con la mayor parte posible de los presentes. A continuación, ha entrado en las instalaciones de la Real Maestranza para comenzar con los actos previstos.
Aclamado también en su partida
A pesar de la bajada de temperaturas y la aparición de nubes, la calle Virgen de la Paz ha estado concurrida durante toda la mañana. Los rondeños volvieron a acercarse a las puertas de la Real Maestranza en otro de los momentos claves de la jornada: la salida de Su Majestad de las instalaciones maestrantes.
Alrededor de las tres de la tarde, Felipe VI ha concluido su estancia en la ciudad del Tajo y ha vuelto a realizar el paseíllo entre la puerta de la Real Maestranza de Caballería de Ronda y el coche oficial que le esperaba en la calle Virgen de la Paz, para volver a llevarlo al entorno de la Cueva del Gato, en Benaoján.
De nuevo, cientos han sido las voces que se han alzado para lanzar mensajes de cariño e intentar llamar la atención del monarca, que ha vuelto a mostrarse muy amable y atento con los ciudadanos allí reunidos.






