Los hermanos del Ecce-Homo han desafiado todas las adversidades y han brillado con luz propia en una tarde de Jueves Santo marcada por la llegada de miles de visitantes a nuestra ciudad, llamados en buena medida por la presencia de La Legión.
El sentimiento de los miembros de esta cofradía ha conseguido que la Hermandad de Nuestro Señor Ecce-Homo, Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Buen Amor haya realizado su estación penitencial con la dignidad que siempre les ha caracterizado.
Con todos los horquilleros bajo los tronos y los legionarios pertenecientes al Grupo de Caballería Reyes Católicos portando a su Cristo se iniciaba minutos antes de las ocho de la tarde la estación penitencial desde el Santuario de María Auxiliadora.
A pesar de no contar con bandas de música, los horquilleros y sus mayordomos han realizado la salida con la tranquilidad e idéntico paso que en años pasados, pero marcados por el ritmo de un tambor.
Casi una hora antes de que tuviera lugar la salida, en los aledaños a la Plaza Duquesa de Parcent, así como en plaza de España y en el Puente Nuevo, los fieles se congregaban con el deseo y la esperanza de ver a sus Titulares.
Por su parte, la Banda de Guerra y los gastadores del Tercio Alejandro Farnesio, IV de La Legión, han vuelto a hacer disfrutar los asistentes, que durante todo el recorrido han contemplado absortos la destreza y la disciplina militar.





