Hace ya más de dos años que en España apareció un fenómeno social tan apasionante como heterogéneo, ¡Democracia Real Ya!, el 15-M, los indignados e indignadas, así como las posteriores acampadas en plazas de todas las ciudades.
Este fenómeno, que desconcertó a los grandes partidos, ha tenido una importancia vital al ser capaz de poner en los discursos políticos elementos cruciales para avanzar en una democracia de baja intensidad como la nuestra. Transparencia, participación, ley electoral justa y proporcional, democracia para el pueblo, derecho a la vivienda, control a los bancos, el bipartidismo, empleo con derechos, impuestos a los más ricos y un largo etcétera fueron las propuestas que empezaron a surgir en las asambleas de las plazas de un movimiento que indiscutiblemente ha servido para politizar a una parte de la población y repolitizar a otra que dejó en manos de sus representantes la gestión de los asuntos públicos.
Desde entonces ha crecido notablemente la intolerancia a la corrupción, los partidos han comenzado a tomar propuestas de este movimiento (a veces como meros brindis al sol) como la Ley de Transparencia, poner en el punto de mira a los banqueros, el hito de la Iniciativa Legislativa Popular Antidesahucios impulsada por la PAH y el Movimiento STOP Desahucios han impregnado para bien los discursos políticos. Los viejos discursos ya no engañan a todo el mundo. Y cada vez más, la gente quiere saber, quiere participar, quiere opinar, quiere ser protagonista de sus vidas y quiere poder decidir sobre las cuestiones que le afectan en el día a día.
En este contexto el grupo municipal de Izquierda Unida Ronda, presentó en el pasado pleno una moción para el fomento de la participación ciudadana desde el ayuntamiento que solo contó con los votos favorables de la propia IU y el rechazo del equipo de gobierno, formado por PP y PA, así como la abstención del PSOE.
Desde el equipo de gobierno se nos dijo que todo estaba bien, que ya hay participación ciudadana y que se pueden mandar e-mails a los correos del ayuntamiento para hacer propuestas o que el delegado de participación ciudadana se reúne con las asociaciones ¿De verdad eso entienden por participación ciudadana?
No han entendido nada, porque la participación ciudadana no se puede limitar a un email sin respuesta o a una foto con una asociación el día que realizan una actividad.
No han entendido nada, porque en este ayuntamiento no se dedica ni un solo euro a Presupuestos Participativos donde la ciudadanía, sin cortapisas, decida su destino (Declaración de Antequera de la Red Estatal por los Presupuestos Participativos, 2008). Y para colmo, en una época donde los recursos brillan por su ausencia, se pierde la oportunidad de acceder a subvenciones de la Junta de Andalucía para municipios con presupuestos participativos.
No han entendido nada, porque la gente está harta de votar cada cuatro años y que el resto del tiempo no cuenten para nada.
No han entendido nada, porque tenemos una democracia de baja intensidad que defienden a capa y espada sin devolver a la ciudadanía el poder que les dio en las urnas y que es prestado.
No han entendido nada, porque han perdido la oportunidad de profundizar en la democratización de la institución más cercana a los ciudadanos y ciudadanas para dar cabida a las demandas de aquellas plazas que se llenaron de ganas de saber, de luchar, de aprender, de desaprender y de poder decidir su futuro.
No han entendido nada, porque la ciudadanía es más madura de lo que se piensan y con herramientas de participación se podrían sorprender de los resultados que se podrían obtener con estas prácticas.
Por contra, desde la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales de la Junta de Andalucía (que ostenta IU), se está impulsando la Ley Andaluza de Participación Ciudadana en la que el protagonista indiscutible es el ciudadano y ciudadana como sujeto soberano. Sin cortapisas, sin elaboración de un borrador previo por parte de la administración, en diferentes fases, con participación de miles de personas a lo largo de todas las ciudades o comarcas de Andalucía.
¿Les da miedo la democracia? Juzguen ustedes mismos.