Confecciones Ordoñez, una empresa que abrió sus puertas en la calle Espinel en 1971, ha resurgido de sus cenizas después de que un incendio calcinara sus instalaciones hace algo más de seis meses.
Alfonso Barragán, propietario del histórico negocio, ha reconocido que “volver a abrir las puertas de la tienda era un reto que nos habíamos marcado desde el mismo momento en el que tuvo lugar el incendio. Hemos luchado todos estos meses por recuperar el negocio”.
Asimismo, ha explicado que “los inicios han sido duros porque ha costado recobrar la actividad después de este tiempo. Además, hasta hoy hemos padecido temperaturas muy altas, que tampoco han contribuido a aumentar las ventas”.
Recuperar la empresa familiar ha supuesto para la familia Barragán todo un logro después del siniestro, ya que según ha contado “fueron unos hechos muy duros porque de la noche a la mañana nos encontramos nuestro negocio devastado. Lo he pasado muy mal”, aseveró.
Ahora es el momento de los agradecimientos, ya que “han sido muchos los rondeños que me han estado apoyando, sobre todo, anímicamente”, ha afirmado. Confecciones Ordoñez ha vuelto por el momento únicamente con su sección de Caballeros, pero con la misma calidad y en unas instalaciones modernas y renovadas.






