Manuel Vilas: “He traído ‘El mejor libro del mundo’ a la mejor ciudad del mundo”

El escritor aragonés ha realizado una ruta literaria por Ronda, gracias a una iniciativa de la Diputación de Málaga
Vilas, junto a la concejal de Educación, Alicia López
Vilas, junto a la concejal de Educación, Alicia López

El escritor aragonés Manuel Vilas, ganador del Premio Nadal en 2023 con su novela Nosotros, ha realizado una ruta literaria por Ronda, gracias a una iniciativa de la Diputación de Málaga, en la que se busca que los participantes se adentren en la lectura de una manera novedosa. En nuestra ciudad, la ruta ha pasado por lugares tan emblemáticos como los Jardines de Cuenca o el Palacio de Mondragón.

Manuel Vilas, realizando un coloquio en los jardines del Palacio de Mondragón
Manuel Vilas, realizando un coloquio en los jardines del Palacio de Mondragón

“Ronda me parece una de las ciudades más hermosas, no de España, sino del mundo entero. Es pura belleza. Se te encoje el corazón viendo esos juegos de luces y la verticalidad de las rocas y las casas. Es como una especie de cuento de hadas. Es como un milagro”, ha afirmado el autor, en la que ha sido su segunda visita a nuestra ciudad.

Vilas ha dado a conocer en este paseo su última obra, El mejor libro del mundo, una reflexión sobre el mundo de la literatura y la vida de los autores, tocando temas como las comparaciones o el síndrome del impostor, en el que también se tratan cuestiones universales como el amor o la relación entre padres e hijos. “He traído ‘El mejor libro del mundo’ a la mejor ciudad del mundo”, ha asegurado.

En esta iniciativa han participado, en mayor medida, estudiantes rondeños. “Vengo con muchos jóvenes lectores. Ayuda mucho este paisaje para hablar de literatura. Sacar los libros del aula y hacer una especie de mezcla entre la belleza de un libro y de una ciudad es pedagógicamente excelente. Ellos van a asociar el libro que han leído con este paseo y este día tan maravilloso. Está muy bien pensado», ha explicado.

“Si en España hubiera una legión de cien profesores de literatura entusiastas, cambiarían el país. El entusiasmo de los profesores lo es todo. Yo, gracias a Dios, los tuve y me llevaron hasta aquí. Ahí está la clave. La enseñanza tiene que tener ese componente vocacional”, ha aseverado Vilas.

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