“No soy rico, pero no puedo estar más contento y agradecido con mi negocio”

Cristóbal Gutiérrez es el alma de Rondeña de Papelería, un establecimiento por el que han pasado cientos de estudiantes desde que abrió sus puertas en 1999
Cristóbal comenzó siendo muy joven y desea poder jubilarse en este mismo espacio.
Cristóbal comenzó siendo muy joven y desea poder jubilarse en este mismo espacio.

Paloma González

A finales de los 90, un joven Cristóbal Gutiérrez aceptó el traspaso de una pequeña papelería ubicada en la calle Juan José de Puya. “Lo vi como una oportunidad laboral. Era un crío de 21 años que no tenía trabajo y decidí probar. Abrí un 1 de abril de 1999”.

Más de veinticinco años después, Rondeña de Papelería se mantiene con la misma vitalidad, o incluso más, que el primer día. “Parecía que las nuevas tecnologías iban a acabar con muchos sectores y no ha sido así. Los niños siguen necesitando materiales escolares y los estudiantes siguen prefiriendo el papel. Cualquiera puede tener una impresora en casa, pero los cartuchos valen un dinero”, señala Cristóbal.

De hecho, comenzó vendiendo fotocopias de temarios para oposiciones y a día de hoy son muchas las personas que pasan por el negocio para realizar alguna impresión. No obstante, los estudiantes siguen siendo sus mejores clientes. Es por ello que desde hace varios años realiza un sorteo entre los compradores de los libros de texto del siguiente curso académico.

“Es un pequeño detalle que me gusta tener con los más pequeños. Aunque por las mañanas suelen venir los familiares, casi todos los productos que vendo son para ellos. Este año estoy pensando en sortear un lote de productos valorados en 300 euros, aunque no lo he decidido, añade. Resulta curioso que los artículos más demandados son los bolígrafos de tinta borrable y los típex.

Este empresario es consciente de la competencia que existe a través de plataformas online y de otras grandes superficies, por lo que intenta mantener unos precios asequibles e ir ampliando con nuevos servicios, como el de la librería.

“La librería es un complemento más que está funcionando muy bien, especialmente después de la pandemia. Parece que el estar tanto tiempo encerrados nos animó a leer y desde entonces han aumentado las ventas”.
En Rondeña de Papelería también podemos encontrar estilográficas, aunque ya se han convertido en un artículo casi de colección. Precisamente, en este establecimiento se vende otro artículo que cada vez se demanda más a pesar de su antigüedad: los cromos.

“Me ha costado más de cinco años encontrarlos. A través de varios comerciales, he pedido contactar con proveedores que me surten de estos artículos que están comprando tanto personas mayores que los quieren tener como recuerdo de su niñez como gente muy joven que se ha aficionado a jugar con ellos o a coleccionarlos también”.

Cristóbal se muestra muy orgulloso y agradecido con sus clientes por el cariño recibido estos años y expresa su deseo de poder acabar su trayectoria laboral en este local:

“Me encantaría jubilarme aquí y que alguien continuara con la papelería. No te vas a hacer rico, pero es muy gratificante. Tanto adultos como pequeños te enseñan muchas cosas a diario y te obligan a seguir aprendiendo y a adaptarte a los nuevos tiempos”, asegura.

También puede interesarte

LO MÁS COMENTADO

Tu Tarifa Charry

Rellena el formulario y en breve te contactaremos