Rocío Banderas ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano el trabajo que realiza la Fundación Vicente Ferrer en la India, en un viaje que realizó a Anantapur como cooperante hace varias semanas.
Esta rondeña llevaba mucho tiempo colaborando con la ONG desde España, participando y organizando proyectos como el de Brazadas Solidarias. Tenía la inquietud de conocer el país asiático y ha tenido la oportunidad de hacer realidad este sueño, siempre con el recuerdo de Pepa, Nieves y Vicente.
De hecho, Banderas asegura que una de las cosas que más ilusión le ha hecho ha sido comprobar que aquella escuela que se construyó con el dinero recaudado en el funeral de los tres cooperantes sigue en pie, con el mismo profesor, con muchos niños con ganas de aprender y con un libro de Ronda en una de sus estanterías.
Además, tuvo la oportunidad de ver el Bilbiobus con el que ha colaborado el IES Dr. Rodríguez Delgado, donde trabaja como maestra de educación especial.
También ha presenciado la entrega de viviendas que se han construido recientemente y de bicicletas para que los menores puedan desplazarse.
“Es muy gratificante comprobar que tu pequeña aportación está sirviendo para mucho. Es muy bonito ver cómo Ronda ha ido cambiando a mejor la vida de estas personas y colaborado en la creación de un colegio y de un hospital”.
Banderas asegura que la experiencia ha sido mejor de lo que imaginaba porque también le ha ayudado a comprender la realidad de estas personas sin cuestionarla.
Christian Jongeneel ha sido su compañero de viaje. El malagueño, que también forma parte de la fundación, considera que es muy enriquecedor a nivel personal desplazarse hasta esta zona del mundo y poder ver con tus propios ojos todo lo que está haciendo la ONG sobre el terreno.
Jongeneel ha destacado la implicación que tienen los propios vecinos en la puesta en marcha de cada proyecto que impulsa la Fundación Vicente Ferrer así como en su mantenimiento para que puedan perdurar en el tiempo.







