Con la llegada de la pandemia de coronavirus, muchas fueron las víctimas indirectas de la saturación de los centros de salud y hospitales. Ester González, rondeña de nacimiento, es un ejemplo de estos damnificados invisibles.
En septiembre de 2020, Ester acudió a su centro médico por una serie de síntomas inusuales para ella. Los síntomas fueron evolucionando de manera rápida, en cuestión de días, y hasta su cuarta visita a urgencias, no tuvo un diagnóstico claro: meningoencefalitis.
Esta enfermedad supuso un cambio por completo en su vida, con una serie de secuelas que le siguen afectando actualmente. Falta de gusto, olfato o afasia, entre otros, que siguen presentes en el día a día de Ester. “Tengo ese daño para el resto de mi vida”, afirma.
Desde entonces, Estersinh, como se hace llamar en redes, se ha dedicado a visibilizar su caso y su enfermedad en diferentes medios, principalmente en su blog. Su próximo proyecto consiste en una serie de ponencias, con la ayuda de distintas asociaciones e instituciones, para seguir informando sobre cómo es la vida con una enfermedad cerebral.
“Unirnos todas las asociaciones nos ayuda a distintos afectados, a conocer las secuelas, a darnos normalidad”, explica. En este nuevo paso le acompañarán la Asociación Española contra la Meningitis, la Asociación Daño Cerebral Invisible, la Asociación Hola Qué Tal Afasia, ADACEMA, Baila con EM y Aspandem, además del Ayuntamiento de Marbella.







