Manolo Guerrero y Paloma González
Dos de las principales obras públicas de la ciudad se encuentran paralizadas desde hace meses debido a la situación económica de la empresa adjudicataria, la constructora Maramados.
Algunos partidos políticos han denunciado en los últimos tiempos que no se están ejecutando los trabajos de construcción de la nueva estación de autobuses, que comenzaron en febrero de 2021 y en los que, además de Maramados, estaba involucrada la empresa GICOSER.
Este proyecto contaba con una inversión inicial de casi dos millones de euros que aportaban ambas empresas a cambio de la concesión administrativa del Consistorio para que explotasen las instalaciones durante un periodo de 25 años, con un canon anual de 25.100 euros.
El plazo de ejecución máximo era de dos años, que se cumplirían en febrero de 2023, pero prácticamente en lo que va de año no se ha actuado en las instalaciones.
Similar es lo que sucede en la planta baja de la Casa de la Cultura, donde se estaba adaptando un espacio para el traslado de la Oficina Municipal de Turismo con una inversión de 100.000 euros y a cuya segunda planta se iba a trasladar el Conservatorio de Música Ramón Corrales.
Las obras, ejecutadas por Maramados, comenzaron en diciembre y deberían haber finalizado el pasado mes de marzo tras una segunda adjudicación por un problema con la primera empresa que iba a realizar las obras.
El PSOE, a través de su concejal Pepi Cabrera, también ha denunciado esta situación: “Este equipo de Gobierno es especialista en anunciar los asuntos a bombo y platillo para luego dejarlo todo paralizado. No nos referimos sólo a la Casa de la Cultura o la de la estación de autobuses, sino a las obras de El Fuerte, o las del acerado junto a la plaza de La Rondeña”.
La edil ha lamentado igualmente la situación de los alumnos de los talleres socioculturales y la escasez de iniciativas por dejadez por parte de la concejalía de Juventud.