Niño Becerra apunta a la reducción del consumo como vía para bajar la inflación

El economista ha analizado en una ponencia magistral variables como el peso creciente de la productividad rente a los salarios o una mayor robotización del trabajo
El catedrático ha afirmado que las grandes corporaciones irán asumiendo competencias que hasta ahora corresponden a los Estados.
El catedrático ha afirmado que las grandes corporaciones irán asumiendo competencias que hasta ahora corresponden a los Estados.

María José García

Una conferencia magistral a cargo del catedrático de Estructura Económica en el Instituto Químico de Sarriá de la Universidad Ramon Llull de Barcelona Santiago Niño Becerra ha centrado la segunda jornada de los cursos de verano de la Universidad de Málaga en Ronda.

Durante su intervención, el ponente ha analizado la evolución de variables como la deuda pública, el peso creciente de la productividad en detrimento de los salarios o una mayor robotización del trabajo. Niño Becerra vaticina que las grandes corporaciones irán asumiendo de forma progresiva competencias de los Estados y, en el corto plazo, en este contexto de inflación y encarecimiento de las energías, sugiere que las familias recurran al ahorro, ya que se prevé un otoño-invierno complicado.

“A las familias les diría que, si tenían pensado gastar 100, gasten 80 y guarden 20. Literalmente, y que reduzcan sus deudas. Las medidas pasan, indefectiblemente, por la reducción del consumo. Como la inflación que tenemos es una inflación de oferta, y no de demanda, esa es la vía. Ahora, y creo que va a pasar en otoño, el IVA va a subir y eso va a frenar el consumo. Con lo cual, perversamente eso va a ayudar a que se reduzca la inflación”, ha aconsejado el economista.

Niño Becerra también ha explicado que muchas familias vivirán este como un “último verano”, en el que harán el máximo con el dinero que tengan sin pensar en lo que vendrá, y ha recordado que medios como el Financial Times han avanzado que países como Estados Unidos afrontan un riesgo de recesión del 38% de cara al próximo otoño.

El catedrático también ha valorado la caída del euro a niveles de 2002 que, en las últimas horas, casi equiparan su valor al dólar: “No es que el euro se esté depreciando con respecto al dólar, sino que el dólar se está apreciando artificialmente con respecto al euro, con lo cual el equilibrio de fuerzas cambia completamente”.

El economista se ha mostrado tajante sobre las derivadas de esa depreciación del euro: “¿Consecuencias? Todas las commodities cotizan en dólares, la deuda, sobre todo de países subdesarrollados y latinoamericanos están referenciados en dólares. Una revalorización del dólar ¿qué significa? Objetivamente puede significar la ruina y la miseria para un montón de países y el encarecimiento de las materias primas. De hecho, el precio del gas va a seguir aumentando”. 

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