María Eugenia Becerra, alumna de 2º de Enfermería en el Centro Universitario Virgen de la Paz, fue una de las intervinientes durante el acto conmemorativo por el Día del Pueblo Gitano, con un discurso en el que puso de relieve los retos a los que aún debemos hacer frente como sociedad para lograr una integración plena de la etnia gitana.
Ante la atenta mirada del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que asistió a este acto durante su última visita a nuestra ciudad, Becerra enumeró situaciones de desigualdad, como la “invisibilidad sistemática” por parte de la sociedad e instituciones o la “folclorización y exotización” de las que son objeto algunos gitanos cuando aparecen en determinados medios de comunicación. Además lamentaba la asociación de adjetivos como “vagos, primitivos, antimodernos o patriarcales” a este colectivo.
“La etnia gitana no es lo que vemos en televisión. Me da mucha rabia porque no es justo que paguemos todos por unos. Ofrecen una imagen denigrante que no es la verdadera, y también a nivel laboral, educacional, pero no es así. Las puertas están abiertas para todo el mundo”, asevera Becerra, quien cuenta que nunca ha vivido en carne propia situaciones de discriminación.
La joven defiende que en nuestra ciudad existe “una buena interculturalidad” e integración social, y considera que no debería existir la necesidad de pronunciarse como gitanos constantemente, a fin de lograr una mayor situación de igualdad.
María Eugenia incide en que la mujer gitana debe superar una doble barrera para alcanzar sus derechos, al tiempo que reconoce que le gustaría encontrar a un mayor de mujeres gitanas universitarias.
“Hay poquitas, y es una pena porque tenemos muchos valores como la inteligencia. Como decía en el manifiesto, hago un llamamiento para que los jóvenes se desarrollen intelectualmente y se formen, estudien, y no solo a nivel universitario, sino a nivel intelectual. Que se nos dé ese puesto en la sociedad que nos merecemos”, reivindica.
Finalmente, como futura sanitaria, María Eugenia se siente orgullosa de haber podido desarrollar prácticas en el Hospital Comarcal, al tiempo que llama a mantener la máxima precaución posible ante el avance de la cuarta ola.
“Nosotros en las prácticas lo hemos vivido, no en primera línea pero hemos estado con pacientes con secuelas como neumonías post COVID, hemos aprendido mucho sobre el material de protección, las máquinas de ventilación…Me gustaría transmitir la importancia de que sigamos concienciados, esto sigue estando y de un momento a otro se puede disparar otra vez”, concluye la rondeña.
