Las primeras reacciones oficiales al proyecto del arquitecto rondeño Adolfo Izquierdo Caballero de construir un puente colgante sobre las cornisas del Tajo no se han hecho esperar.
Al ser preguntada sobre esta iniciativa, la alcaldesa de Ronda María de la Paz Fernández se ha mostrado tajante: “Lo voy a decir seriamente: no conozco el proyecto, solo conozco lo que se ha publicado en las noticias de los medios de comunicación, pero sí puedo decir que no me gusta nada la idea”.
Recordemos que Izquierdo Caballero daba a conocer ayer un proyecto fruto de más de un año de trabajo consistente en la conexión entre el patio posterior del Parador y la Plaza del Campillo a través de un puente peatonal de 282 metros de longitud.
Tendría una estructura metálica, dos pilares de 35 metros a cada extremo del puente de hormigón armado. También incluiría un cable acerado de alta resistencia, la tabla de madera o con parte de cristal y una barandilla lo suficientemente alta para que sirva para ver el Puente Nuevo y las dos partes de la ciudad, pero también para proteger a quien lo cruza.
Fernández ha insistido en que la creación de dicho puente le parece “una idea bastante peligrosa, peregrina y que no viene a solventar ningún problema de la ciudad, solo a crear más”, y ha garantizado que el gobierno local va a “preservar la imagen más deseada y codiciada de todo el que viene a nuestra ciudad y nuestro orgullo, que es el Tajo”.
“Son ideas de profesionales que respetamos por supuesto, pero que no compartimos en absoluto”, ha zanjado la regidora a la finalización de una comparecencia pública junto al coordinador provincial del Partido Popular, José Ramón Carmona.







