La Hermandad de Paz y Caridad y de la Vera+Cruz abrió un gran Jueves Santo, marcado por la enorme afluencia de visitantes a nuestra ciudad en una jornada en la que los cielos volvieron a respetar. A las siete y media de la tarde la Cruz de Guía ya se encontraba en la plaza Pedro Pérez-Clotet para iniciar su recorrido por el casco histórico.
Expectación en los aledaños de la colegiata de Santa María la Mayor para presenciar un cortejo marcado por el recogimiento y la sobriedad. Pronto hizo su aparición el Señor del Perdón, que este año ha estrenado cíngulo en hilo de oro.
Salida milimétrica y elegancia de la cuadrilla de costaleros a las órdenes de Salvador Carrasco y Diego Tirado, con el acompañamiento musical de un trío de capilla y la Escolanía de voces blancas. Tras ellos, penitentes con el clásico hábito de tergal negro y cinturón de esparto portando cruces sobre sus hombros.
Unos minutos más tarde realizó su salida la Virgen de las Penas, que portaba saya de luto, en su iconografía de Dolorosa que recibe el consuelo de María Magdalena y San Juan. Maniobra también complicada, que la treintena de costaleros a las órdenes de José Almagro y Manuel Ángel Rodríguez ejecutó a la perfección.
Rezos a lo largo de todo el recorrido y puntualidad exquisita también en el paso por Carrera Oficial tras los cambios que ha coordinado de cara a esta Semana Santa la Agrupación de Hermandades y Cofradías.
				
								
															

								




