Once de la noche del Jueves Santo. Devoción y fe a las puertas de la Iglesia de Padre Jesús ante la salida del Señor de Ronda y la Virgen de los Dolores. El barrio queda enmudecido cuando aparece entre una nube de incienso la Cruz de Guía, antes de dar paso a una atronadora ovación y los clásicos vivas a los Titulares.
Miles de personas se agolpan al paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno que, como cada año, deja una instantánea asombrosa en la empinada cuesta de Santa Cecilia, en el que supone uno de los momentos más esperados de nuestra Semana Santa.
Los Titulares de la Hermandad, obras del insigne imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci, van acompañados de más de 500 nazarenos, algunos llegados desde otras ciudades para participar en la estación penitencial.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario de Arriate, para el Señor, y de la Banda de Música de Guadalrosal de la localidad sevillana de Los Rosales para Nuestra Señora del Rosario.
Momentos también para el recuerdo los que se vivieron en el paso por Carrera Oficial, donde las dos cuadrillas de costaleros volvieron a evidenciar su maestría bajo las órdenes de Rodrigo García y Javier Torelli.
Durante el recorrido no faltaron las saetas espontáneas que vistieron aún más de sobriedad y sentimiento la estación penitencial, así como la presencia de cientos de fieles, que recorrieron las calles de la ciudad siguiendo los pasos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Virgen del Rosario.
Un Jueves Santo esplendoroso que, un año más, se cerró bien entrada la madrugada unos instantes después del emotivo encuentro del Señor de Ronda con su madre en el barrio de Padre Jesús.
