Comienza el mes de julio y con él las rebajas estivales, que han arrancado marcadas por la estabilidad en las ventas y el consumo. Un periodo que muchos aprovechan para renovar el vestuario de cara al verano o simplemente darse un capricho. Cada rondeño va a destinar estas compras unos 55 euros, aproximadamente, en un entorno marcado por el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo.

El sector textil representa habitualmente el 75% de las ventas en este periodo de rebajas, siendo el calzado y los complementos los productos que tendrán un mayor repunte.

Según el secretario de Apymer, Ignacio Medina, «los descuentos iniciales oscilan entre el 30% y el 50% en la primera semana e irán en aumento conforme avance el periodo de descuentos, por lo que los precios de los artículos podrían verse rebajados incluso en un 70%». Asimismo, Medina explicó que «la calidad de los productos que se ponen a la venta no varían en esta época»

Este periodo de rebajas supone un importante empuje para las pequeñas y medianas empresas, ya que en la mayoría de las ocasiones realizan el 25% de sus ventas anuales en estos días.

Los comercios se enfrentan a estas rebajas con cambios en la legislación. Unas modificaciones aprobadas el pasado año que les permite, entre otras cuestiones, establecer el periodo de rebajas cuando consideren conveniente. No obstante, la mayoría de los negocios han mantenido los periodos tradicionales de rebajas de invierno y verano.

Por otro lado, sigue siendo obligatorio que las empresas muestren en el etiquetado de sus productos y artículos tanto el precio original como el rebajado. Además, deben mantener el mismo plazo para los cambios y devoluciones.