Ronda no pudo disfrutar de la presencia de María Santísima en la Soledad en la noche del Viernes Santo. Las previsiones de lluvia llevaron a la Junta de Gobierno a decidir, por unanimidad, que la hermandad no realizaría este año estación penitencial, hecho que anunció el Hermano Mayor, Manuel Gazaba, apenas unos minutos antes de la hora prevista para la salida desde La Merced.
Resignación entre los hermanos, mientras se anunciaba que la Virgen permanecería expuesta en el interior del templo hasta las once de la noche para todos los rondeños que quisiesen contemplarla. Cientos de personas se habían concentrado desde minutos antes en la plaza de La Merced y hacían cola para no faltar a su cita anual con La Soledad.
Una Virgen que es sinónimo de belleza. Este año estrenaba un broche con su nombre y un puñal, a juego con su corona. Austeridad en el adorno del trono en un año en el que la hermandad ha vuelto a dar prioridad al ejercicio de la caridad, «uno de los pilares de la cofradía», según apuntó Manuel Gazaba.
Sobre la decisión de cancelar la estación penitencial, el Hermano Mayor señaló que «las previsiones no eran nada buenas y, aunque nos ha costado trabajo tomar la determinación, lo hemos hecho por unanimidad». Acertaron, porque desde poco antes de las once de la noche la ciudad registró precipitaciones que, por momentos, llegaron a ser intensas.
Se estudió incluso la posibilidad de acortar el recorrido, como sucedió el pasado año, «pero no teníamos la seguridad de que el agua respetase», puntualizó Manuel Gazaba, que destacó el gran número de devotos que acompañaron a la Virgen en un Viernes Santo rondeño marcado por el mal tiempo. Habrá que esperar al próximo año.




