Días de intensa actividad para el mundo cofrade rondeño, en una jornada en la que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores ha celebrado el Tradicional Besapié y Besamanos que, como cada año, está siendo multitudinario. 

A las nueve de la mañana se abrieron las puertas del templo de Padre Jesús y desde entonces el tránsito de fieles ha sido incesante. Personas de todas las edades y llegadas desde todos los puntos de la ciudad y también de fuera de ella no han querido faltar a la cita anual con el Señor de Ronda y la Virgen de los Dolores. 

«A las diez se celebró la Eucaristía, que este año ha sido muy recogida», señaló el Hermano Mayor, José María Rojas, que destacó la gran devoción del pueblo de Ronda. Y es que el pasado año más de 6.000 personas participaron en este acto, cifra que será muy similar a la del día de hoy. 

Rojas destacó que «el tiempo ha acompañado», recordando que «la iglesia permanecerá abierta hasta la medianoche para todos los fieles que quieran acercarse». Una hermandad que de nuevo ha querido acercar a sus Titulares a impedidos y personas mayores, gracias a un equipo de voluntarios y miembros de la Junta de Gobierno que desde esta mañana se han desplazado a decenas de hogares «con una potencia del Señor y un pañuelo de la Virgen, lo que permite que muchas personas sientan que también han estado aquí». 

El de hoy ha sido un día especial para María del Carmen Álvarez. «Padre Jesús es mi vida y mi camino», nos dice esta rondeña que pese a residir a las afueras de la ciudad, visita al Señor de Ronda «todos los días». 

En la misma línea se expresó Antonio Román. «He nacido en la calle Real y para mí Padre Jesús es lo más grande». Tanto, que «antes de que la Hermandad contase con su Casa de Hermandad, utilizábamos mi hogar como tal». Para este hermano «el Besapié y Besamanos es una tradición que, por fortuna, se mantiene y se transmite de padres a hijos». Del Señor de Ronda destacó «la dulzura de su cara». 

Para Teresa Cañamaque, Vocal de Formación Adjunta de la Hermandad, «Padre Jesús es una parte muy importante de mi vida y éste, un día en el que llegas a emocionarte». Sobre los miles de fieles que anualmente acuden a este acto, confesó que «muchos vienen a pedir, sobre todo salud y trabajo. Otros, simplemente a darle las gracias». Uno de los deseos para esta Semana Santa es unánime: que el tiempo respete y la Hermandad pueda realizar su Estación de Penitencia en el Jueves Santo rondeño.