A pesar de que el tiempo no acompañaba, Erika Leiva, tercera finalista de la primera edición de “Se llama Copla” en 2008, triunfó en la noche del pasado viernes en el Teatro Vicente Espinel, en el que los rondeños disfrutaron de un concierto inolvidable.
La cantante, que nació en Tarragona en 1985, se trasladó con solo seis meses a la Línea de la Concepción donde actualmente reside. Ha compaginado la carrera de Turismo con la música, a la que se dedica desde hace más de diez años
La actuación, que tuvo un marcado carácter coplero, dejó espacio para la canción ligera, ya que según contó la artista a Canal Charry TV minutos antes del concierto, en ambos estilos se siente igual de cómoda. una realidad que se refleja en su disco “Grande, muy grande”.
Además, confesó que esperaba hacer disfrutar a su público, deseo que se hizo realidad durante todo el espectáculo, puesto que los aplausos no cesaron por parte de los asistentes, que ocupaban la mayor parte del teatro.
La artista anunció en los primeros minutos de concierto que algunos de los temas ya los había cantado en “Se llama Copla”, pero que en esa ocasión interpretaría otros que no pudo hacer en el programa. Por otro lado, el arte se convirtió en baile durante unos momentos, gracias a un bailarín de la compañía, también de la Línea de la Concepción, que puso en pie a la sala.
En las aproximadamente dos horas que Erika Leiva estuvo en escena cantó temas suyos, pero también sorprendió con canciones claves en el panorama de la copla como “Punto de Partida” de Rocío Jurado o “Encrucijada” de Marifé de Triana, ésta última solicitada por el público en varias ocasiones durante la actuación y que sirvió para poner el punto y final al concierto.




