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El reconocimiento a una vida de esfuerzos y sacrificio

Carmen junto a sus hijos José María, Pedro y Paqui. // CharryTV

La rondeña Carmen Carrasco ha sido premiada por una multinacional farmacéutica con 10.000 dólares

No ha tenido una vida fácil. A sus 67 años de edad, Carmen Carrasco reconoce que ha sido "una prisionera en casa" porque desde hace 40 años cuida día y noche a tres de sus cinco hijos que presentan un alto grado de discapacidad, Pedro, Paquí y José Maria. No obstante, todos la definen como la persona más feliz del mundo.

Con el entusiasmo y la vitalidad de esta rondeña no han podido las malas noches, tampoco las visitas al médico con sus hijos, ni la pobreza en la que vivió durante muchos años. Una vida de esfuerzos y lucha diaria contra todo que ahora recibe un merecido reconocimiento. 

Concretamente, ha sido una multinacional farmacéutica de Estados Unidos la que ha premiado a Carmen con el Shire Brave Awards que anualmente concede a personas de todo el mundo que están pasando por situaciones realmente complicadas.

Carmen hace cuentas y calcula que "los 10.000 dólares del premio serán en torno a unos 13.000 euros que me han hecho llorar de emoción. Me han dado este dinero por cuidar de mis hijos. Ellos nacieron mal y por ellos no he salido de casa y no pienso hacerlo nunca".

La rondeña señala que "recibí el premio con mucha alegría. Es un premio que no esperaba, ha sido mi sobrina María del Mar la que ha movido todos los papeles y la que me iba explicando todas las entrevistas que tenía que tener con un equipo de Madrid".

Asimismo, recuerda los nervios que pasaba cada vez que la llamaban para hacer las entrevistas en las cuales tenía que explicar su historia. "Como no se leer mi sobrina me dibujó todo lo que tenía que contar en la entrevista, pasé muchísimos nervios", cuenta.

En lo que respecta a su vida cotidina, Carmen afirma que "hay días en los que me despierto a las seis de la mañana y además me levanto varias veces durante la noche por si quieren o necesitan algo".

Y es que, las noches para cualquier personas que tenga la obligación de cuidar a otra no son fáciles. Tampoco lo son para esta mujer que cuenta que "duermo en el sofá del salón de la planta baja, porque uno de mis hijos se cayó una noche y empezó a sangrar por la nariz y desde entonces prefiero quedarme cerca de él".

Por las mañanas el trabajo la sigue esperando. "Les doy el desayuno, los arreglo y después ya hago mis faenas y si hace falta salgo a comprar. Pero yo no voy de viaje, ni al cine, ni a bailar, ni nada de eso. Aunque no me importa soy feliz así y me acuesto cantando todos los días», apunta.

María del Mar Carrasco, la persona que empezó el proceso para que este reconocimiento se hiciera una realidad y además sobrina de Carmen, afirma que "la información sobre el premio me llegó por casualidad al despacho de reprografía del hospital donde trabajo y en ese momento me vino a la cabeza mi tía, porque es maravillosa, tiene una vida muy intensa y cuida a sus hijos de una manera ejemplar".

Sandra Domínguez, una de sus hijas, corrobora que su madre ha luchado mucho, "ahora estamos bien pero cuando era pequeña estábamos realmente mal. Bueno fue ella la que lo pasó mal porque yo era solo una niña y casi no me enteraba de la situación tan complicada que estábamos pasando económicamente".

Sandra, reconoce orgullosa que "este premio a nivel mundial es estupendo, pero más que el dinero es el hecho de que reconozcan lo que es un ángel en carne y hueso".