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"Los coleccionistas cuidamos las cosas para que las siguientes generaciones las disfruten"

El coleccionista posa en el patio central de las instalaciones // Laura Caballero

Juan Antonio Lara, fundador y propietario del Museo Lara, muestra orgulloso su colección en su 25 aniversario

Laura Caballero

Hace 32 años, Juan Antonio Lara adquirió la antigua Casa Palacio de los Condes de la Conquista, un lugar construido por José Vasco y Vargas, que, para 1993, estaba en ruinas. El coleccionista rondeño remodeló completamente estas instalaciones durante casi una década, hasta que el 1 de septiembre de 1999, inauguró el Museo Lara.

Un proyecto que muestra la colección que ha ido recopilando Juan Antonio durante toda su vida. Y es que este afán de coleccionismo comenzó cuando tenía 12 años, mientras estaba en la escuela, cuando empezó a guardar los distintos tipos de monedas que llegaban a sus manos. De eso hace ya 70 años.

Gracias a su trabajo como conductor de autobuses, Juan Antonio Lara ha podido recorrer muchísimos países, aumentando su colección: “Mientras la gente estaba de excursión, yo estaba buscando objetos curiosos y comprándolos”, explica. Los más antiguos son las monedas acuñadas en Acinipo, que datan de hace más de 2.000 años.

Su pieza favorita de todo el museo es un reloj holandés, del siglo XVIII, que se encuentra a la entrada de las instalaciones. Es autómata, muestra las fases de la luna, el zodiaco y funciona a la perfección. “Se conserva así porque los coleccionistas cuidamos las cosas muy bien, para que las siguientes generaciones las puedan disfrutar”, asegura.

Los visitantes del museo destacan la gran variedad con la que cuenta la muestra. Y es que hay salas dedicadas a los relojes, las armas, el cine y la fotografía, el toreo, artilugios y máquinas, a la época romántica, a objetos militares, a la inquisición y la brujería, además de la arqueología o un espacio dedicado a Fray Leopoldo.