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Un grupo de voluntarios extrae más de 300 kilos de basura del fondo del Tajo

Los voluntarios se adentraron en el Tajo con la intención de retirar la mayor cantidad de basura. // CharryTV

La iniciativa partió de la delegación de Medio Ambiente y se actuó entre el Puente de San Miguel y el Puente Nuevo

Sillas destrozadas, tubos, andamios e incluso una moto. Elementos que podrían encontrarse en cualquier chatarrería, pero que fueron retirados ayer del fondo del Tajo. Y es que el lugar más fotografiado de Ronda y el que atrae a turistas de todos los lugares del mundo también es utilizado como un vertedero por algunos desaprensivos.

Ante este atentado al patrimonio y a la naturaleza, una vez más la Delegación de Medio Ambiente puso en marcha una jornada de limpieza, que permitió que en apenas dos horas con la ayuda unas veinticinco personas se retirasen unos trescientos kilos de basura.

En torno a las siete de la tarde los voluntarios se dieron cita en los Baños Árabes para comenzar con su labor. El dispositivo de limpieza se fue adentrando en el fondo del Tajo y recogiendo todos los desechos que encontraban a su paso entre el Puente de San Miguel y el Puente Nuevo. 

El concejal de Medio Ambiente, Rafael Flores, señaló que la actividad se engloba dentro de un programa para la limpieza del Tajo y que “próximamente se procederá a retirar la basura de la zona de los Molinos”.

Uno de los voluntarios, Jorge Orellana, apuntó que “es la primera vez que participo en este tipo de actividades de limpieza” y señaló que “hay gente que usa el Tajo como un contenedor, empiezan a tirar simples papeles pero la basura se acumula”.

Por su parte, Jaime Barrera manifestó que “los voluntarios del medio ambiente intentamos colaborar como podemos y tenemos que dejar el Tajo bonito para nosotros y para los visitantes”.

En el mismo sentido habló Ana López, quien se inició por primera vez en este tipo de actividades. “Sorprende la cantidad de hierro y basura que se encuentra. En un ratito hemos contribuido a mejorar la zona”.

Finalmente, Manolo Barea destacó la dificultad de caminar por el fondo del Tajo “cargado de bolsas con basura”, pero reconoció que “se pasa un rato divertido y refrescante”.

En poco tiempo y con muchas ganas los voluntarios lograron adecentar el lugar más emblemático de Ronda.