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La hostelería afronta con inquietud la aplicación de las nuevas restricciones

Los negocios dedicados a la hostelería vaticinan una reducción considerable de la clientela a raíz de la adopción de nuevas restricciones. // Juan Velasco

El sector reclama a la administración una prolongación de la vigencia de los ERTES, así como facilidades para poder adaptar las terrazas ante la llegada del frío

María José García

El pasado domingo por la tarde entraba en vigor con carácter inmediato un nuevo estado de alarma, con restricciones como el toque de queda obligatorio para todo el territorio nacional entre las 23:00 de la noche y las 6:00 de la mañana. 

A partir del 9 de noviembre las comunidades autónomas podrán decidir si flexibilizan o no el inicio y fin de esta restricción, así como el número de personas con las que deberán contar reuniones o privadas, y el confinamiento perimetral por territorios.

Pese a que hasta mañana el presidente de la Junta, Juanma Moreno, no se pronunciará sobre cómo se aplicarán las nuevas limitaciones, desde la hostelería ya temen sus efectos.

“La verdad es que a partir del domingo, y sobre todo en la plaza a lo largo de la noche, no había casi nadie. La gente tiene miedo, los contagios están subiendo en Ronda al igual que en toda la comarca, es muy difícil. Hemos tenido pocas ayudas desde que empezó la pandemia. Al revés, nos están cobrando los seguros sociales que hace un mes no los cobraban”, lamenta desde La Taberna ubicada en la Plaza del Socorro Juan Carlos Roldán. 

“He notado que los fines de semana y puentes, que hemos tenido mucha carga de trabajo, vienen muchas parejas, las mesas grandes se han acortado mucho”, admite Roldán, al tiempo que añade que la restauración va a acusar la ausencia de las típicas comidas de empresa que tienen lugar a medida que se acerca la Navidad.

Numerosos trabajadores continúan en situación de ERTE y, en algunos casos, las ayudas impulsadas por el gobierno resultan insuficientes para cubrir las pérdidas que se han derivado de las restricciones desde la irrupción de la pandemia, mientras que los más pesimistas temen un cierre inminente de sus negocios.

“Nosotros no hemos podido ampliar la terraza ni nada, seis mesas y eso es lo que llevamos trabajando todo el verano. Cada mes que pasa hay que ponerle dinero al negocio, es una cosa que con el tiempo, tarde un mes o dos tendremos que cerrar. Tenemos a gente en el ERTE, ahora trabajamos dos y sobra uno”, se sincera desde la Cervecería La Giralda Juan Manuel Lara.

Estos días una imagen difundida a través de redes sociales, bajo la autoría de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, animaba a los consumidores a adelantar su cena a las 20:00 como medida de apoyo al sector. Una propuesta que ha generado diversidad de opiniones entre los hosteleros.

“Creo que es complicado, pero que se puede llevar a cabo. Cenamos más temprano y con este tiempo, que incluso acompaña a estar antes en casa, con esto del frío y de la lluvia, puede ser una medida buena, la de incentivar que la gente salga antes a comer”, explica Javier Pimentel, gerente de El Almacén.

“Creo que aquí no va a funcionar. Hay negocios, por ejemplo donde se puede comprar, que trabajan hasta las nueve o las diez de la noche”, alega por su parte Lara. Ante la llegada del invierno, y la desconfianza creciente que suscitan los espacios públicos, cerrados y sin ventilación, algunos establecimientos estudian adaptar sus terrazas mediante la instalación de veladores. Una decisión para la que deberán contar con el respaldo del gobierno local.

“Si no tenemos veladores, o no nos dejan aclimatar la terraza para que puedas estar al aire libre y calentito y a gusto, ahí tenemos un problema. Sería fabuloso que dieran facilidades con respecto a las terrazas”, agrega Pimentel.