Soleada mañana de Corpus la que se vivió ayer domingo. Fieles y devotos expresaron su fe y devoción hacia el cuerpo y la sangre de Cristo. Esta festividad tiene un profundo significado para los cristianos y es uno de los actos más importantes del calendario litúrgico católico.
A las nueve de la mañana daba comienzo la Santa Misa presidida por el arcipreste de la ciudad, Serafín Corral, en el interior de la Colegiata de Santa María la Mayor. Un día en el que todos los cofrades tuvieron en su recuerdo a Manolo Gazaba, rondeño que falleció hace poco más de un mes y que cada año acompañaba al cortejo en esta procesión del Corpus Christi.
Una hora más tarde, salía por la Puerta del Perdón la cruz de guía con una estera de ramas de romero y juncia y otras especies que recorrían las plazas Pedro Pérez-Clotet y Duquesa de Parcent.
Una procesión en la que todas las hermandades de la ciudad participaron y que cerraba el ciclo de actividades de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. También finalizaba la etapa de Francisco Jesús Ruíz Arrocha tras seis años como presidente de la corporación.
Uno de los momentos más destacados de la procesión fue el paso por la plaza del Teniente Arce, donde las hermandades de la ciudad elaboraron la tradicional alfombra para honrar a Jesús Sacramentado. En la Alameda del Tajo, como es costumbre, se llevó a cabo la Bendición de los Campos y la Banda Municipal de Música interpretó el Himno Nacional.
Esta festividad, además de tener un profundo significado religioso, representa la presencia real de Jesus vivo en la Eucaristía. Es una oportunidad para reafirmar la fe y dar testimonio público de la presencia de Cristo por las calles de Ronda.
