Paloma González
Nuestro tradicional Belén no está pasando por su mejor momento. La recreación del nacimiento de Jesús cada vez tiene menos presencia en los hogares españoles. En su lugar, ganan protagonismo los elementos propios de la cultura norteamericana, como los árboles de Navidad, los calcetines y las figuras de Papá Noel.
Sin embargo, montar el Belén tiene un significado especial para muchas personas, entre las que se encuentra José Manuel Torres. “El pintor del barrio San Francisco” es conocido por sus espectaculares recreaciones. Y no es para menos.
En el patio de su vivienda cuenta con un Belén de 20 metros cuadrado en el que no falta un solo detalle. “No sabría decirte la cantidad exacta, pero sí que estoy seguro que cuenta con más de 700 figuras”, asegura.
Torres montó su primer portal hace 27 años. Sus hijos eran pequeños y, como en la mayoría de los hogares de la época, comenzó con uno muy modesto en el interior de su casa.
Poco a poco fue adquiriendo más figuras y añadiendo nuevos elementos creados por él mismo de manera artesanal, como casas, plantas o puentes.
Además, cuenta con tierra auténtica de la ciudad de Belén. “Esto es una joya, un regalo del que estoy muy agradecido y de las pocas cosas irremplazables”, afirma.
Este pintor jubilado también se involucra en el montaje de otros belenes en su barrio, como el de la Iglesia del Espíritu Santo.
“Por suerte, en Ronda hay mucha afición y hemos aprendido mucho los unos de los otros. A mis nietos también les gusta y me ayudan, por lo que es uno de los momentos más bonitos y especiales del año”, explica.
Eso sí, Torres necesita varios meses para poder montar el de su vivienda. Asimismo, cada año va añadiendo un nuevo elemento o modificando la distribución para que cada Navidad sea distinto:
“Mientras pueda, seguiré con esta tradición. De hecho, ya estoy trabajando en unos muros que quiero añadir el año que viene”.







