Paloma González
A pesar de los avances tecnológicos y la gran calidad de imagen con la que cuentan la mayoría de los dispositivos móviles que podemos encontrar en el mercado, las sesiones fotográficas en estudio vuelven a estar de moda, especialmente en fechas tan señaladas como la Navidad.
“La gente ha vuelto a darle importancia al papel y a valorar la calidad que te ofrece un trabajo profesional”, asegura el fotógrafo Rafa Millán.
Este madrileño afincado en Ronda lleva 15 años en el sector, realizando todo tipo de instantáneas, desde retratos hasta sesiones comerciales. Para él han posado bebés, novios, modelos y viviendas.
“Siempre estoy estudiando, aprendiendo algo nuevo y actualizándome. Como fotógrafo, tienes que ser capaz de realizar diferentes trabajos en función de lo que te pida el cliente, que puede ser una madre que quiere tener un recuerdo de su hijo o un agente inmobiliario que quiere vender un piso”, explica.
No obstante, Millán asegura que disfruta mucho con los retratos. Por ello, esta Navidad ha querido dar un giro a la campaña e introducir una nueva tecnología.
“El estudio no es muy grande y, aunque siempre intento realizar trabajos únicos con elementos decorativos que no se puedan encontrar en otro sitio, estos escenarios digitales son muy atractivos y nos dan mucho juego”, afirma.
De esta forma, ha creado seis espacios que serán insertados a la imagen que se tome en el estudio. “Me ha tomado un tiempo considerable construir estos ambientes. A ello hay que sumar el trabajo de postproducción, pero merece la pena”, asegura.
Parece que el fondo con dibujos de tela o lona tiene los días contados. Al menos, esa es la apuesta que están realizando muchos profesionales del sector de la fotografía. ¿Quién no querría visitar un parque nevado o viajar al pasado y fotografiarse en una fábrica de relojes antigua sin salir de Ronda?