El Museo del Bandolero ha informado a través de un comunicado que pondrá a la venta toda su colección, conformada por más de 1.300 piezas originales de los siglos XVIII y XIX principalmente, ante la imposibilidad de mantener abiertas sus instalaciones.
El propietario y fundador del museo, Jesús Almazán, explica que la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 ha acentuado la crítica situación económica que ya atravesaba este espacio, que cumplía el pasado 7 de mayo 25 años de vida y que contaba con tres empleados, y lleva más de cuatro meses cerrado y sin generar ingresos.
Almazán lamenta que durante años el museo no ha sido receptor de ningún tipo de subvención o apoyo económico a nivel local ni regional, sino que ha sobrevivido con recursos propios y que los ingresos obtenidos fruto de las visitas han sido empleados en la adquisición de material para ampliar la muestra.
El museo también se ha nutrido de donaciones, como las de los trajes del actor Álvaro de Luna, que encarnó al Algarrobo en la serie de televisión Curro Jiménez, y que cedieron en marzo de 2019 los familiares del intérprete, fallecido en 2018.
El fundador del proyecto ha reiterado que su intención es que el trabajo que ha acometido durante un cuarto de siglo para recopilar e investigar sobre libros, armas, documentos, vestuario, grabados, sellos oficiales y otros elementos de época; no acabe “guardado en un trastero”, y añade que al margen del futuro que depare a estos objetos, el museo siempre estará ligado al nombre de Ronda.
Pese a que el comunicado oficial del museo se hizo público el pasado sábado, ya se han interesado en adquirir la colección los ayuntamientos de Marmolejo (Jaén) y Alameda (Málaga), así como otros particulares. El propietario del museo dice que se ha sentido sorprendido al comprobar que el escrito ha despertado la preocupación y la solidaridad de numerosos rondeños y aficionados a la historia del bandolerismo en la Serranía de Ronda.
Al ser preguntado sobre el valor de los objetos que conforman la colección, Almazán explica que “la tasación es difícil, porque es necesario hacer una revalorización de esos objetos a partir del precio de compra inicial”. El artífice del proyecto cuenta que tiene la intención de “crear un museo virtual como testimonio de lo que fue y para seguir trabajando por la cultura”.







