Las señales del patriarcado

Artículo de opinión de Laura Pimentel y Álvaro Carreño
"Según varios estudios, sólo el 40% de la población estudiantil dice haber recibido formación contra la violencia de género".
"Según varios estudios, sólo el 40% de la población estudiantil dice haber recibido formación contra la violencia de género".

El día llegó, pero no amaneció para Charo Gálvez, tampoco para las 696 mujeres asesinadas a manos de su pareja o expareja sentimental en la última década. Según el CIS más de 600.000 mujeres en España padecen violencia en sus hogares cada año, al menos 840.000 niños y niñas padecen la violencia machista que se ejerce sobre sus madres y más de medio millón son maltratados directamente.

Estas cifras son estremecedoras, y son la desgraciada punta de un iceberg que debajo esconde tipos de violencia en la vida cotidiana, en la vida social y política, muchas veces soterradas y no perceptibles como violencia.

Los recortes llevados a cabo por el Gobierno y excusados como consecuencia de la crisis económica, tienen y tendrán consecuencias devastadoras sobre las personas, en las que sin duda, las mujeres se llevan la peor parte. Los Presupuestos Generales del Estado, no facilitan la Igualdad efectiva entre hombres y mujeres sino que van en su contra, contradiciendo de este modo el artículo 9.2 de la Constitución Española.

Los recortes en Sanidad, Educación y Servicios Sociales, son un claro ejemplo de ello. Son sectores con un alto índice de empleadas femeninas, por tanto tienen una doble incidencia que genera desigualdad y discriminación. Por un lado, dejando excluidas de un mercado laboral a un gran porcentaje de mujeres cualificadas con las consecuencias que ello conlleva. Por otro, relegando paulatinamente a manos privadas y femeninas el cuidado de terceros, que poco a poco se había conseguido visibilizar y convertir en debate político (Ley de Dependencia, entre otras).

Otro ejemplo es el tema de la conciliación, considerado en España un tema solo concerniente a las mujeres, como quedó patente cuando el Ministerio de Educación, eliminó sin parpadear los planes de aumento de la oferta educativa hasta los 3 años, alegando que no era educación sino conciliación.

Lo mismo ocurre con el recorte en la baja por paternidad, dando por hecho que el cuidado de los bebés pertenece únicamente a las mujeres.

El debate sobre el aborto no entraña más que un nuevo intento de regresión en derechos para las mujeres. En lugar de consolidar y aumentar la autonomía de las mujeres para que decidan libremente qué hacer con su cuerpo, desde una administración dominada y construida por y para los hombres, se pretende limitar ese derecho y subordinar las decisiones de las mujeres a lo que una mayoría de “expertos masculinos” dictaminen.

Vivimos en una sociedad en la que la imagen es crucial, pero es una imagen que no es neutra, es la imagen que ha construido el hombre para el hombre, la mujer debe complacer al hombre, también con su imagen. Debe cumplir unos parámetros para tener presencia en cine o televisión, debe estar guapa, delgada y sonriente. Y todo esto, no es más que detalles que perpetúan el dominio del hombre hacia la mujer y que en última instancia normalizan la violencia.

Otra de las formas de violencia de género más devastadora es la prostitución. El número de prostíbulos en España es uno de los más altos de toda Europa, y lo es porque hay muchos hombre que acuden a ellos. La prostitución no es el oficio más antiguo del mundo, es la explotación, la esclavitud y la violencia de género más antigua que los hombres inventaron para someter y mantener a las mujeres a su disposición sexual.

Según varios estudios, sólo el 40% de la población estudiantil dice haber recibido formación contra la violencia de género.

Deberíamos preguntarnos ¿Cómo podemos educar a nuestras hijas e hijos en una sociedad de Igualdad y libre de violencia cuándo el apoyo que se da a las víctimas de violencia machista es insuficiente e ineficaz, cuándo el Gobierno aprueba Presupuestos Generales del Estado con una clara desigualdad y discriminación para las mujeres, cuándo existe publicidad sexista, cuándo en España se tolera y normaliza la existencia de prostíbulos y durante los años escolares no se recibe la formación suficiente para analizar y enfrentar situaciones de violencia de género?

Laura Pimentel y Álvaro Carreño

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