Un hombre de 76 años de edad ha fallecido esta mañana a consecuencia de un infarto en la calle Aniya La Gitana, de la barriada de Padre Jesús. Lo paradójico del caso reside en las circunstancias en las que se ha producido el desafortunado suceso, provocado según testigos presenciales por una discusión vecinal en la que se vio implicado su hijo, una de las personas que solicitó días atrás al Consistorio la instalación de dos bolardos que impiden desde hoy la entrada y salida de vehículos a la zona.

Alrededor de una veintena de vecinos han mostrado su malestar ante los micrófonos de Canal Charry por el bloqueo de esta calle y han explicado que supone un grave problema para las alrededor de treinta familias que allí residen, que podría agravarse en casos de urgencia.

«No queremos que se vuelva a repetir lo de esta mañana, ya que la ambulancia podría haber llegado hasta la misma puerta. Aquí viven muchos niños y personas mayores», indicó Juan Antonio Molina, que asistió a la discusión que desembocó en el fallecimiento del anciano, añadiendo que «no tiene sentido que se bloquee la salida y se cree un problema que afecta a tanta gente». Por ello, dio a conocer que un grupo de vecinos ha decidido «acudir mañana a la comisaría y denunciar al Ayuntamiento». 

En los mismos términos se expresó José Sierra, para el que «no se ha tenido en cuenta la opinión de la mayoría. Aquí no vivimos bichos y no se puede bloquear una calle porque sí», concluyó. Otros vecinos señalaron que la colocación de los bolardos «ha dejado aislados dos coches, la cuba de un camión y hasta un dumper». 

Una petición vecinal, según Antonio Arenas

El concejal de Tráfico, Antonio Arenas, ha lamentado los hechos para explicar a continuación que «no es cierto que no puedan llegar a la calle ambulancias o bomberos, ya que está permitido el acceso hasta la entrada de la calle para continuar desde ahí con una camilla o una manguera».

El edil argumentó que «la decisión de instalar los bolardos ha respondido a la petición de un grupo de ciudadanos», en una actuación que se enmarca dentro del plan de mejoras en barriadas. «Velamos por el interés general y siempre actuamos de buena fe, pero lo sucedido responde a una disputa vecinal que ha tenido un resultado lamentable», señaló Arenas, que concluyó que «la ubicación de los pivotes se reconsiderará si es necesario».