Alejandro Rey presentó hace más de una década en la Iglesia de Padre Jesús un proyecto en el que había invertido más de tres años de arduo y escrupuloso trabajo.
Su deseo era montar un Belén con piezas elaboradas de manera artesanal, creadas y pintadas a mano. Para ello utilizó poliestireno expandido y yeso.
“El proyecto inicial era un diorama cerrado, con un circuito de luces e iluminación en la parte superior para simular todas las fases del día. Las estrellas también iban con fibra óptica”, ha explicado.
Casi catorce años después ha decidido volver a colocar una parte del material que se ha adaptado para montar este nuevo Belén que ya se puede visitar en el templo rondeño.
Tiene unas dimensiones 3’6 metros de ancho por 2,70 metros de profundidad y se ha colocado por módulos. En él, se han tenido muy en cuenta las dimensiones y la perspectiva para poder crear un efecto óptico lo más real posible.