No hay ninguna duda de que Halloween es una fiesta que ha llegado para quedarse. Prueba de ello han sido las miles de personas que el pasado martes salieron a la calle para festejar esta nueva tradición importada y disfrutar de las actividades que desde distintas asociaciones e instituciones se ofrecían.
El Ayuntamiento comenzó su particular fiesta infantil en el recibidor del teatro Vicente Espinel, debido a la lluvia, ya que en un principio esta actividad estaba enfocada a realizarse en la plaza del Socorro. Allí, los más pequeños pudieron disfrutar de diferentes talleres de manualidades, música y pintacaras, además de varias animaciones.
Para los más mayores, el Convento de Santo Domingo se convirtió en un pasaje del terror, organizado por la Escuela de Artes Escénicas Entre Bambalinas y Ronda Tierra de Historia. Entorno a 1.700 personas accedieron a “El conjuro, Expediente Warren”. Lo recaudado por la venta de entradas fue destinado a la asamblea local de Cruz Roja.
Algunos centros educativos no dudaron en unirse a esta celebración. Así, los alumnos del ciclo de formación profesional de Animación Sociocultural y Turismo del IES Pérez de Guzmán recrearon un hotel maldito, con un elenco compuesto por una veintena de estudiantes. En el IES Rodríguez Delgado, se decantaron por una escuela embrujada a la que accedieron la mayoría de cursos del centro.
También las asociaciones de vecinos celebraron sus propias fiestas. El sábado lo hacían en San Cristóbal, gracias a la asociación de vecinos Vicente Espinel y Juan de la Rosa. El mismo martes, la UE-19 organizó “Rondalloween”, una fiesta con pasaje del terror, atracciones infantiles, rifas y músicas, que fue todo un éxito en su primera edición, a pesar de la lluvia.
En el barrio de San Francisco en el día de ayer, continuaron con su tradicional tostón de castañas que en esta ocasión celebraba su 40º aniversario. Tampoco allí faltaron los disfraces, especialmente entre los más pequeños. Se ofrecieron castañas, buñuelos, chocolate caliente y anís.