La sequía y el precio del aceite son dos temas de completa actualidad que van muy de la mano. Juan Rosúa, gerente de la Almazara de Ronda, nos explica que, aunque la escasez de agua sí que ha afectado a los olivos, la cosecha de este año va a mejorar, respecto a la campaña anterior.
En una campaña normal, se cosechan entre seis y siete millones de kilos de aceitunas. El año pasado, la cifra disminuyó un 75%, pudiendo recoger dos millones. En la cosecha que está a punto de comenzar, en el mes de noviembre, se estima un total de entre tres y tres millones y medio de kilos.
Los efectos de la sequía se ven a simple vista: aceitunas pequeñas, arrugadas y sin peso, que incluso presentan una falsa maduración. También depende de la variedad de la que hablemos, los olivos hojiblancos están cargados, mientras que los marteños se encuentran vacíos.
Los precios tan elevados que presenta el aceite actualmente se deben a la escasez de cosecha, comparado al nivel habitual, pero también a la fidelidad de los consumidores. Como los compradores no dejan de lado al aceite de oliva para pasarse a otros tipos de aceite, este “oro líquido” sigue encareciéndose, aunque se compre menos cantidad de lo habitual. “La mayoría de rondeños consume aceite de Ronda”, afirma Rosúa.
Además, el gerente de la Almazara de Ronda explica que al sector lo que le interesa es que se estabilice el mercado a un precio razonable. “¿Esto (el precio tan elevado) es bueno para alguien? No. No es bueno ni para el consumidor, ni para el productor”, apunta.