La noche del Jueves Santo pertenece al señor de Ronda y al barrio de Padre Jesús. Eran poco más de las once de la noche cuando se abrieron las puertas laterales de la parroquia de Nuestro Padre Jesús, dando comienzo a la novena estación de penitencia de la ciudad.
El cortejo, conformado por más de 400 hermanos, pudo procesionar por las calles de la ciudad, llevando el morado característico a todos los rincones de su itinerario, que tuvo una duración de cuatro horas y cuarto.
Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores recorrieron las calles de Ronda entre vítores, aplausos y mucha emoción de volver a ver a los titulares de la hermandad en la calle con total normalidad, después de casi tres años.
Ya los fieles pudieron reencontrarse con los titulares en el besapiés que tuvo lugar, como es tradicional, el primer viernes de marzo. Aunque la salida procesional siempre es emocionante en este barrio de la ciudad.
A Nuestro Padre Jesús Nazareno le acompañó la banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario, procedente de Arriate y una saeta espontánea a la salida, en la subida de la calle Santa Cecilia. Con Nuestra Señora de los Dolores se escucharon los sones de la Banda de Música Cristo del Amor, de Córdoba.







