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El SAS ya financia el tratamiento para dejar de fumar

La técnico de promoción de la salud, Gema Díaz, explica que los fármacos financiados ayudan a mitigar los síntomas del síndrome de abstinencia. // CharryTV

El programa se aplicará a alrededor del 10% de la población fumadora, pacientes que tras intentarlo con sus propios medios no hayan conseguido dejar el tabaco

María José García

La vareniclina y el buropropion son dos de los principios activos que ayudan a dejar de fumar, y que el Sistema Andaluz y el Nacional de Salud financia desde el pasado 1 de enero de 2020. Pero no para todos los pacientes fumadores. 

Desde el Área Sanitaria de la Serranía, su técnico de promoción de la salud, Gema Díaz, explica que este programa suele aplicarse a un 10% de la población fumadora (que representa en torno a un 30% del total de la población). Unas estadísticas nacionales que, en palabras de Díaz, pueden extrapolarse al ámbito autonómico e incluso el local.

La cifra se debe a que el sistema selecciona a pacientes que alguna vez han hecho algún intento serio por dejar de fumar y no lo han conseguido, por lo que deben recurrir a estos medicamentos, que logran mitigar los síntomas del síndrome de abstinencia del fumador.

“Estos fármacos que se financian ahora son los mismos que se han venido utilizando siempre en el tratamiento del tabaquismo”, matiza la técnico, y añade: “Pueden tener efectos adversos por lo tanto es recomendable que la persona acuda a su médico y le comente la necesidad o el deseo de dejar de fumar y de iniciar un tratamiento farmacológico”.

En el proceso de las adicciones existen tres componentes: uno social, otro psicológico y otro físico. Y es sobre este último sobre el que actúa el medicamento. 

“Estamos hablando de un perfil muy concreto. Una persona que fuma un número de cigarrillos alto, que ya ha intentado dejar de fumar por sus propios medios y que ya viene madurando esa idea de querer dejar de fumar. En consulta se va a medir en función de una serie de preguntas que su médico va a realizarle y que van encaminadas a averiguar si la persona está en fase de preparación para la acción”, resume Díaz.

La técnico anima a que aquellos fumadores que contemplen la idea de iniciar el tratamiento opten en primer lugar por su propia voluntad para dejar el tabaco: “Si bien es cierto que los fármacos vienen a ayudar y sirven para mitigar el síndrome de abstinencia, la mayoría de personas dejan de fumar por su cuenta, hay que intentarlo de forma seria, dejar de fumar y siempre tener en el horizonte de que existen los fármacos en caso de que no logremos conseguirlo por nuestra cuenta”.