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Cómo se vive desde el extranjero la crisis del COVID-19

Los distintos países han aplicado las medidas de prevención sanitaria de distinta forma, limitando el movimiento de ciudadanos en la mayor parte de los casos. // Juan Velasco

Los distintos países han aplicado las medidas de prevención sanitaria de distinta forma, limitando el movimiento de ciudadanos en la mayor parte de los casos. // Juan Velasco

Nueve rondeños nos cuentan cómo afrontan la rutina del confinamiento desde Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Italia, Irlanda, Francia, Bélgica y Noruega

15 Apr 2020 - 18:28 // Charry TV Noticias

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Sara llegó a California en enero, el estado más afectado por el coronavirus y en el que, por tanto, las medidas son más restrictivas. // CharryTV
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Fernando, profesor de español en una Universidad de Iowa City, mantiene sus clases vía online. // CharryTV
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Julia explica que la sociedad italiana acata las normas de forma estricta ante el elevado número de contagios de aquel país. // CharryTV
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Irene muestra el documento que los franceses deben llevar consigo para justificar sus salidas a la vía pública. // CharryTV
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Desde Lille, Virginia explica que los franceses pueden hacer deporte en un radio de un kilómetro de sus hogares sin tardar más de una hora. // CharryTV
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Juan dice que el Día de San Patricio los irlandeses se congregaron en Temple Bar, obligando así al gobierno a decretar el cierre de establecimientos. // CharryTV
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Marta sostiene que los belgas que deban trabajar pueden dejar a sus hijos de hasta tres años en las guarderías. // CharryTV
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María José García

Si el hecho de residir lejos de nuestra familia en ocasiones resulta difícil, afrontar una crisis como la del coronavirus desde otro país, con la limitación de movimiento y la distancia social que la emergencia sanitaria por su naturaleza impone, complica aún más la rutina. 

Nueve rondeños que viven fuera de nuestras fronteras por circunstancias laborales, académicas y personales han explicado a Canal Charry TV cómo sobrellevan esta situación excepcional desde países como Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Italia, Irlanda, Francia, Bélgica y Noruega.

En estos momentos, Estados Unidos es el país que más contagios por coronavirus registra en todo el mundo, con más de 580.000, y más de 23.600 muertes. En el estado de California la enfermedad comenzó a tomar mayor virulencia y, por tanto, las medidas se aplicaron con mayor antelación que en otras zonas del país. Allí, en Oakland, vive desde enero Sara Becerra.

“Dentro de lo malo, hemos sido los primeros del país en ponernos en cuarentena, y parece que la epidemia está siendo más controlada que en otras partes como por ejemplo en Nueva York, donde el sistema sanitario está colapsado”, cuenta Sara, quien añade que las primeras semanas resultaba imposible dar con papel higiénico en las tiendas de la ciudad.

En el estado de Iowa, donde reside desde hace nueve años Fernando Castro, hay un mayor contraste con esta situación: “Por suerte en Iowa no hay tanto impacto, aproximadamente hay unos 1.200 infectados. En EEUU alrededor de un 97% de la población tiene restricción de movimiento. Aquí no: la gente puede salir a comprar y a hacer ejercicio, pero se han implementado medidas para evitar que se acumule gente, se han cerrado establecimientos comerciales, restaurantes y bares. Yo soy profesor de español en una universidad de aquí, y nos han cancelado las clases presenciales”.

Aunque España supera el número de contagios de Italia, este país fue uno de los primeros, tras China, en los que la propagación de la enfermedad dejó efectos devastadores. La región de la Toscana se sitúa en quinto lugar en número de afectados por COVID-19, con más de 7.000 personas contagiadas y más de 500 fallecidos. Allí, en la ciudad de Siena, vive la estudiante de Erasmus Julia García.

“Lo que yo percibo en mi ambiente es mucho respeto a las normas de forma muy exigente, y esto está relacionado con el hecho de que hay muchos contagios. De hecho conozco a mucha gente con familiares enfermos y esto puede elevar esa sensibilidad con respecto a las normas”, argumenta la rondeña, quien señala que los gobernantes de la región del norte, la más golpeada por la crisis, ha criticado con dureza la gestión de la Unión Europea para aliviar el varapalo económico de los italianos.

Francia sigue muy de cerca a Alemania en la lista de los países con mayor número de casos. De hecho llegaron a registrar en un solo día más de 1.400 muertos, y ya superan los 131.000 contagios y las 15.000 muertes por el virus. Allí residen las rondeñas Irene Díaz, que trabaja como fisioterapeuta en un hospital de Montpellier; y Virginia Sánchez Calle, profesora de español en una población cercana a Lille.

“En mi hospital todos los fisios continuamos trabajando y algunos de mis compañeros sí que tratan a pacientes positivos en coronavirus. En Francia el sistema sanitario está pagado al 65-70%por el Estado y el resto corre a cargo de cada uno, es común tener un seguro médico o mutua para cubrir el resto de gasto sanitario”, argumenta Irene.

Como explica Virginia, los franceses puede realizar salidas siempre y cuando lleven consigo un documento: “Debemos salir con una autorización, donde establecemos domicilio, nombre, y por qué hemos salido. Podemos salir a hacer deporte en un radio de un kilómetro desde nuestro domicilio, y sin tardar más de una hora, y al final debemos firmar, poner la ciudad y la hora, por si la policía puede verificar esa hora en la calle”.

Irlanda registra más de 11.400 contagios por COVID-19 y la cifra de muertes ronda las 400. Allí vive Juan Pérez-Urruti, quien incide en la lentitud con la que la población va teniendo acceso a los tests, como el una compañera suya de trabajo, que debió esperar en torno a 20 días con fiebre intermitente para poder someterse a las pruebas.

“En Irlanda vamos como dos semanas por detrás de España en aplicación de medidas. Si en España se dice que podría haber un colapso en Urgencias, en Irlanda podría ser de 20 veces más, porque tiene un sistema sanitario bastante reducido. También está el miedo de que la enfermedad esté más extendida de lo que creemos. Digamos que la información que tenemos como ciudadanos está tremendamente filtrada, y la situación podría ser mucho más severa”, asevera Juan.

Desde Bruselas, Bélgica, Marta Benítez cuenta que también existen estas pequeñas concesiones además de las salidas controladas para hacer deporte: “Aquí las guarderías están abiertas para niños de hasta tres años. El gobierno trata de proteger a las personas mayores y hacer que aquellos padres que deben seguir trabajando fuera de casa puedan dejar a los críos en algún lado”. Bélgica acumula más de 33.000 casos de contagios y supera los 4.000 fallecidos.

Rosana Moreno trabaja como enfermera en Kristiansand, capital de la provincia de Vest-Agder, en Noruega. El país cuenta con más de 6.600 personas contagiadas por el virus y los fallecidos por la enfermedad se sitúan en 189. La rondeña trabaja en un centro de rehabilitación para pacientes que se han sometido a intervención quirúrgica: “A esos pacientes los están mandando a casa para que atendamos a pacientes de coronavirus, aunque aún no ha llegado ninguno”, afirma.

“La densidad de población aquí es muy bajita, de unos 14 habitantes por kilómetro cuadrado. Aquí ya se practicaba la distancia social, la gente no es tan cariñosa como en España, ni se toca tanto. Las medidas no son tan restrictivas: se han cerrado sitios muy concretos, como escuelas o algunos trabajos, pero el resto sigue abierto. No se pueden hacer grupos de más de cinco personas pero se puede estar en la calle”, cuenta Rosana.

El rondeño Miguel Ángel Macías trabaja como piloto y vive en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, desde hace ocho años. A día de hoy, el país suma más de 4.900 casos de coronavirus y la cifra de fallecidos como consecuencia del virus es de 28. “Nuestra compañía está operando al 20% únicamente con carga, por todo el mundo. Como somos los únicos que podemos salir, cuando volvemos nos hacen un test del COVID-19 y estamos en cuarentena 14 días”, informa Macías.

Miguel Ángel considera que el gobierno dubaití ha emprendido medidas para frenar la expansión del virus con antelación: “Desde el día 25 de marzo tenemos obligación de estar encerrados dentro de casa, y simplemente salir para hacer las compras de comida o productos farmacéuticos. Mi rutina supongo que es muy similar a la que tenéis muchos en casa: estamos aprendiendo nuevas recetas, haciendo deporte, y mucha limpieza”.

Estos rondeños siguen a través de los medios de comunicación y de las redes sociales cómo los españoles, y más concretamente los vecinos de Ronda y la Serranía, cumplen el confinamiento y se solidarizan con los que más lo necesitan, por lo declaran sentirse orgullosos de ellos y envían un mensaje de aliento para las familias de Ronda, confiando en que pronto podamos volver a la normalidad.

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