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La UPLB achaca a la tardanza del equipo de gobierno el brote de COVID-19 en la Policía Local

Agentes de la Policía Local se organizaban en grupos estanco durante el primer decreto de estado de alarma como medida de seguridad. // Manolo Guerrero

Agentes de la Policía Local se organizaban en grupos estanco durante el primer decreto de estado de alarma como medida de seguridad. // Manolo Guerrero

El sindicato policial denuncia que la Delegación de Personal desoyó sus reclamaciones para organizarse como “grupos estanco” como medida de prevención de contagios

30 Oct 2020 - 10:56 // Charry TV Noticias

María José García

La sección sindical de Unión de Policía Local y Bomberos de Ronda ha denunciado, en un comunicado hecho público anoche, que el equipo de gobierno desatendió sus reclamaciones para que la plantilla pudiera volver al sistema de “grupos estanco” como medida de prevención de contagios.

Cabe recordar que, a día de hoy, un 54% de la plantilla del Cuerpo de Policía Local se encuentra inoperativa por contagios de coronavirus, así como por bajas relacionadas con otras causas. El brote de COVID-19 detectado en el seno de la Policía Local ha provocado que tan solo permanezcan operativos 26 de los 57 agentes del cuerpo.

Según el escrito, desde marzo hasta junio, en el marco del primer estado de alarma decretado por el Gobierno central, los efectivos se organizaban en grupos estanco, asegurando así que “los componentes de cada grupo no tenían contacto directo con los de los demás, y para mayor precaución, las parejas eran siempre las mismas”.

“Esta forma de trabajo garantizaba que, en el hipotético caso de que un policía resultara infectado por el virus, sólo sería necesario que él y su compañero directo guardasen cuarentena. Además de que, sería muy difícil que ocurriera un contagio comunitario, como el que padecemos ahora”, señala el colectivo en el escrito.

A mediados de junio, y una vez quedó sin efecto el estado de alarma, los agentes regresaron al sistema ordinario de turnos. No obstante, la Jefatura del Cuerpo contempló la posibilidad de regresar a los grupos estanco para garantizar la protección de los agentes, quienes aceptaron con satisfacción la propuesta que en ese momento se remitió al equipo de gobierno, acompañada por un informe del Departamento de Riesgos Laborales.

“En el informe se recuerdan las indicaciones generales que se publican desde el Gobierno Central para todos los entornos laborales; como mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros o no permanecer más de 15 minutos junto a un posible contagiado. Difícil de cumplir en una oficina o en un coche patrulla, sin saber sí el compañero que te toca ese día es positivo o no, ya que no se nos había sometido a prueba alguna”, agrega el sindicato.

La UPLB sostiene que el 18 de septiembre, desde el cuerpo habían registrado una solicitud dirigida a la Delegación de Personal, que encabeza el concejal Ángel Martínez, y que no obtuvo contestación: “Es cierto que en reuniones posteriores, manifestó que estaba estudiando el impacto económico de la adopción de estas medidas. Ahí se quedó el asunto, hasta que el día 13 de octubre, prácticamente un mes después, se reitera la solicitud anterior por el mismo medio, esta vez siendo remitida además de a los delegados de Seguridad y Personal, a la Alcaldesa”.

Fue esa misma semana cuando varios agentes comenzaron a manifestar síntomas y hasta 17 efectivos debieron emprender un periodo de cuarentena preventivo. Ya el 27 de octubre, por decreto de Alcaldía, el gobierno decide organizar la unidad operativa en grupos estanco ante la escasez de personal.

La unión incide en que tardía toma de decisiones ha provocado el contagio de siete agentes y sus familiares, el aislamiento domiciliario de buena parte de la plantilla; dos noches consecutivas en las que solo ha habido un agente operativo. 

“La mitad de la plantilla que está trabajando afronta toda la carga de trabajo, la incertidumbre que acarrea el estar en contacto con muchas personas y la que genera la vigilancia del cumplimiento de las medidas que, vienen publicándose periódicamente”, agrega el documento.

El comunicado concluye con un duro alegato: “Solo pretendemos que se sepa la verdad de lo sucedido y, de paso, recordar a nuestros gobernantes que la plantilla de la Policía Local está formada por personas y que ha sido una imprudencia jugar con nuestra salud y, por ende, la de nuestras familias, además de con nuestro trabajo, que defendemos dignamente a diario. Muchas veces haciendo de tripas corazón y con la mejor de las voluntades, a sabiendas de que se nos valora cuando hacemos falta”.

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