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Unos 30 alumnos del Martín Rivero participan en la XXIII Feria de Ciencias en Granada

Los estudiantes intervinieron desde sus respectivos stands para dar a conocer sus proyectos de investigación. // IES Martín Rivero

Los estudiantes intervinieron desde sus respectivos stands para dar a conocer sus proyectos de investigación. // IES Martín Rivero

Los estudiantes de 1º de ESO expusieron sus trabajos de investigación desarrollados a partir de juguetes antiguos en el marco del proyecto “Labora-TOYS"

17 May 2021 - 17:33 // Charry TV Noticias

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El centro rondeño fue el único de la provincia de Málaga presente en el evento, en el que se dieron cita varios institutos andaluces. // IES Martín Rivero
El centro rondeño fue el único de la provincia de Málaga presente en el evento, en el que se dieron cita varios institutos andaluces. // IES Martín Rivero

María José García

Hace unos días una treintena de alumnos de 1º de Eso del Instituto Martín Rivero participaron en la 23ª Feria de la Ciencia, que se desarrolló en el Parque de las Ciencias de Granada, para exponer algunos de los proyectos de la asignatura de Investigación, Desarrollo e Innovación.

Pese a que en el evento se dieron cita varios institutos andaluces, el centro rondeño fue el único en representación de la provincia de Málaga. Como explica el profesor de la asignatura Marcos Naz, los estudiantes dieron a conocer sus trabajos de investigación desarrollados a partir de juguetes antiguos, en el marco del proyecto educativo “Labora-TOYS”, al tiempo que se hicieron eco de las iniciativas científicas de otros centros de la región.

“Este proyecto Labora-TOYS, es un ejemplo de trabajo interdisciplinar, en el que profesores de los departamentos de ciencias, matemáticas, lengua e informática mejoran las competencias clave de los estudiantes, en materias no evaluables como la libre disposición, trabajando de manera coordinada y rotatoria con cuatro cursos de 1º de ESO. Además han sido acompañados por estudiantes de 1º de bachillerato que también trabajan con juguetes reales en materias como Física y Química”, informa.

“Queríamos recompensar a los estudiantes que mejor lo han hecho durante el curso, ya que no podíamos llevar a 100. Finalmente asistieron chicos cuyos padres estaban de acuerdo en que acudieran. Cada uno llevaba tres juguetes: uno que aparecía en un libro de 1945, de juguetes que se fabricaban en aquella época; otro de los libros de Walt Disney que hay en el instituto y un juguete propio que tuvieran”, sostiene Naz.

La alumna María del Carmen Pereña admite que en un principio se sentía muy nerviosa al tratarse de su primera exposición en público, pero que finalmente fue una experiencia muy divertida. Nos ha explicado en qué consistían sus juguetes: “Uno era un coche que se estiraba y en función de las medidas iba más rápido o más lento. Otro una especie de ascensor dentro de una botella y dependiendo del tipo de líquido que le echaba subía o bajaba, y el último un molinillo de arena que iba dando vueltas dependiendo del tipo de arena, sal o azúcar que le echase”.

Uno de los aspectos de la asignatura que más interesa a Pereña es la libertad con la que cuentan los alumnos para orientar sus investigaciones: “Poder realizarlos con materiales propios y no tener que hacerlo siguiendo una instrucción literal, sino a nuestra manera”.

Uno de los proyectos que expuso María Gago involucraba un bol lleno de agua y un pez hecho de cartón con un orificio central que era propulsado con aceite, además de otro en el que medía la distancia recorrida por un coche retráctil. “Lo que más me gusta es hacer cosas nuevas, yo disfruté haciendo mis juguetes y fue una experiencia muy divertida”, asegura.

La estudiante montecorteña Lola Carrasco llevó a la feria un proyecto sobre pelotas saltarinas, otro relacionado con pinturas artesanales y un último sobre un tiovivo cuyo movimiento evaluaba en función del viento. Cuenta que uno de los proyectos que más le llamó la atención del evento fue el de “una casa en la que las puertas se abrían solas con los sensores”, y que medía el ahorro energético.

Por su parte la benaojana Blanca Viñas también explicó su proyecto asociado a pelotas saltarinas, y destacó entre otros proyectos el de un robot que era programado para bailar entre otras acciones.

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