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La mayoría absoluta made in London

Cada vez son más los jóvenes que optan por marcharse a otro país en busca de un trabajo. // El Huffington Post.

Artículo de Opinión de Alberto Orozco, Viceportavoz del PSOE de Ronda

Parece que las cifras del paro en Ronda han dejado atrás un diciembre con ochenta desempleados menos. Para saber si es una tendencia positiva, tendremos que esperar a que los meses de enero y febrero corroboren el “cambio” estadístico. Sería la mejor noticia con la que poder iniciar el año entrante: no hay mayor dignidad para la persona que ser poseedora de un empleo que posibilite su autonomía económica.

Ojeando las distintas fuentes que, durante este mes, han hablado sobre el problema del desempleo en nuestro país, encontramos datos verdaderamente alarmantes: España marca el record de paro juvenil en la Unión Europea, un 57,7%. Un número maldito, desafortunado, devastador, sin entrañas, y lo que es peor: sin futuro.

Cuando a la gran mayoría de nuestros jóvenes se les niega el derecho a ser dueños de su pan, nuestro sistema político y económico flaquea; deja de ser un instrumento útil para convertirse en una abominable apisonadora de libertades, alejada del fin que lo sostiene.

Los jóvenes desempleados forman una espeluznante mayoría absoluta, a la que nadie puede reprochar algún tipo de incumplimiento: poseen estudios medios y superiores, resultado del colosal esfuerzo de sus familias y del suyo propio.

Nadie puede tacharlos de apáticos: han protagonizado los grandes cambios de este país en la última década. Sin ellos, gran parte de los derechos de los que hoy disfruta el conjunto de la ciudadanía, no hubiesen sido posible. 

Estos jóvenes se ven obligados a huir del horror que deja tras ellos, el ladrillo, la especulación y la falta de ética de mucha gentuza con corbata, narcisista, senil y vomitiva; con estómago para perpetrar el peor golpe que ha recibido nuestra joven democracia: la desesperanza.

Se van a otros países a dignificar a la clase obrera de la hostelería, de las tiendas de moda… A poner a disposición de otros, su bagaje intelectual y formativo.

Según las visionarias voces del Partido Popular, a nuestros jóvenes les mueve el espíritu aventurero.
A muchos de éstos les daba el delantal, la gamuza “made in London” y los maratonianos horarios de algún recóndito bar de Oxford St.

Si sus señorías se viesen en esa situación, se echarían a llorar en algún rincón oscuro: ellos no han necesitado saber de idiomas para apretar un botón dos veces en semana. 

Ronda no es menos. La gran mayoría de nuestros jóvenes salen con dieciocho años para, en el mejor de los casos, volver por Navidad, la Feria de Septiembre y ahora, también, por Ronda Romántica.

Ronda no cuenta con un proyecto de ciudad que tenga por objeto asentar la población al territorio. 
No busquen, Señores del Equipo de Gobierno, proyectos cuya fotografía nos depare rotondas absurdas, bibliotecas de tortuosas entradas o parques que miran al Norte. Encuentren lugares para el diálogo, el consenso y la puesta en marcha de una ciudad que lleva años esperando al sentido común. 

Más del 40% de los contratos que se hacen en España, son para menos de un mes. Mientras tanto, el capital humano, nuestra juventud, huye despavorido, como lo hicieron sus abuelos, para ser la cualificada mano de obra de lugares ajenos y, en la mayoría de los casos, hostiles.  ¿Espíritu aventurero? ¡Y un jamón! 

 Alberto Orozco